El eurocentrismo y el patrimonio precolombino (Segunda y última parte)

AutorJorge Sánchez Cordero

Esta mentalidad hizo propicia la introducción de una nueva categoría social: el paganismo, que fue la que prevaleció en la clasificación de las colecciones. Bajo esta perspectiva, cualquier práctica o expresión cultural precolombina era relevante sólo como testimonio de la existencia del paganismo.

Los pocos objetos prehispánicos que pudieron realizar la travesía de las Indias a Europa lo hicieron a través de rutas clandestinas, cuyos puertos de entrada se ubicaban predominantemente en Italia. Este componente geográfico explica que en los catálogos e inventarios de las colecciones de los Médici y de otras familias italianas, como los Cospi, los Giganti y los Aldrovandi, se haya hecho mención de aquellas piezas.

El acopio de bienes precolombinos se fraguó por diferentes senderos; así Carlos V, con el ánimo de confraternizar con el papado, hizo importantes obsequios a León X (Juan de Médici, 1475-1521) y a Clemente VII (Julio de Médici, 1478-1534) provenientes de su colección conocida como Joyas de las Yndias, albergada en Simancas. Hechos como éstos sustantivan la tesis de que los Médici eran ávidos recolectores de antiguallas mexicanas.

La colección Médici se inició formalmente con Francisco I, gran duque de Toscana (1541-1587), quien la desplegó para el público en 1570 en el Palacio de los Uffizi en Florencia. Para ello el florentino manierista Ludovico Buti pintó en 1588 el plafón de la armería de los Uffizi con alegorías de nobles indígenas rodeados de pájaros tropicales exóticos. Otro de los frescos ilustra la conquista de México y batallas entre paganos y cristianos.

Aquel recinto estaba destinado a hospedar vestimentas extravagantes de los Médici, armas y objetos de historia natural, entre éstos diversos originarios del Nuevo Mundo. Los frescos delineados proveían de la atmósfera apropiada.

En la época, a raíz de esta nueva aproximación, y en concomitancia con la tradición Médici, se reinició el interés por los bienes culturales provenientes del Nuevo Mundo.

La riqueza de la colección Médici no deja de sorprender; en ella se alojaba el Codex Vindobonensis Mexicanus I, transliterado en lengua mixteca y que consigna un calendario ritual y genealógico del siglo XIV, y el código azteca Magliabechiano del siglo XVI, pintado al inicio de la colonización española, que pertenece al llamado grupo de códices del mismo nombre; este código desarrolla todo un glosario de elementos cosmológicos y religiosos.

Los frescos en el Palacio de Uffizi no fueron los únicos que expresaron motivos prehispánicos. Étienne Delaune (1519-1595), Jost Amman (1539-1591) y Giovanni Battista Tiepo-lo (1696-1770) animaron en sus obras las alegorías del Nuevo Mundo con su fauna, flora y población indígena.

Posiblemente la mejor representación fue la realizada por el flamenco Jan van Kessel, El Viejo (1626-1679), en el cuadro Amerika (1666), actualmente exhibido en la Alte Pinakothek de Múnich.

A la decadencia de los Médici sobrevino en Europa una de las grandes diásporas de bienes culturales precolombinos, cuyos itinerarios son sumamente complejos de trazar desde su origen hasta los puntos de destino: museos tan prestigiados como el Nacional de...

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