Facilitan el robo casas de empeño

Muy sencillo y rápido es para un ladrón deshacerse de un botín y ganar unos pesos, ya que le basta acudir a una casa de empeño, que en el área metropolitana de Monterrey abundan.

Los negocios prestamistas carecen de candados para evitar "financiar" a los delincuentes, al aceptar la mercancía sin verificar si es robada y sin garantizar la legal propiedad del pignorante.

En un ejercicio realizado en 32 establecimientos en Monterrey, Guadalajara y el Distrito Federal, Grupo REFORMA corroboró lo fácil que es empeñar un artículo: sólo hay que mostrar una credencial de elector, documento que podría obtenerse mediante la falsificación.

En Monterrey se recorrieron 15 locales de las empresas First Cash, Pre-star, Préstamo Seguro, Préstamo Express, 100% Empeños y Nacional Monte de Piedad, y en ninguno se pidió demostrar la propiedad del objeto a empeñar.

Lo único que se solicitó fue una credencial de elector y un número telefónico, que no es comprobado, aunque en el Préstamo Express ubicado en Colón y Guerrero ofrecieron hacer el trámite sin la credencial.

A los establecimientos se llevó a empeñar una cámara profesional Canon EOS Rebel T3i o una pantalla LCD Sony Bravia de 24 pulgadas, que nuevas tienen precios de unos 8 mil y 3 mil pesos, respectivamente.

De los 15 lugares visitados del 11 al 13 de agosto, periodistas encubiertos pidieron y concretaron el empeño en tres, sin mostrar factura alguna.

"¿Lo va a empeñar o a vender?", "¿Cuánto necesita?, fueron las preguntas más recurrentes de los empleados en las casas de empeño.

"Nada más deje checar que la pantalla funcione", expresó uno de la sucursal First Cash en la Avenida Acapulco, en la Colonia San Miguel, en Apodaca, donde se empeñó la televisión por mil pesos a siete días.

Las cantidades ofrecidas variaron en los distintos establecimientos de Monterrey, Guadalupe, Apodaca y San Nicolás.

Por la cámara fueron de mil 100 pesos a 2 mil 300 pesos, y por la pantalla de 550 a mil 500 pesos.

Aunque en el Nacional Monte de Piedad tienen registro de pignorantes, a los que se exige credencial de elector y comprobante de domicilio y se les da una credencial, tampoco se piden facturas.

Pese a estas facilidades, en varios negocios hay letreros con la advertencia de que no aceptan artículos robados, además de que se protegen en los contratos con cláusulas que los deslindan de cualquier responsabilidad por la procedencia de la prenda.

En el Distrito Federal y Guadalajara, donde se visitaron nueve y ocho...

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