Facultades y razón de existir del INAH

AutorJudith Amador Tello

El 18 de junio pasado la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, y el titular del INAH, Diego Prieto, firmaron un convenio de colaboración con Rogelio Jiménez Pons, director general del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur). Frausto dijo que el sector ejercerá el 1 % de la inversión del proyecto ferroviario, una de cuyas mitades será para salvamento arqueológico y recuperación y otra para promoción cultural y museística.

Pero ni ella ni Prieto han hablado de los estudios previos y su posible participación. De hecho, en su intervención en la jornada académica, el historiador Felipe Echenique lamentó que el INAH no sea responsable de los estudios y recursos entregados a la UNAM.

Según el diario El Economista los estudios de impacto, en los cuales participará también el Instituto Politécnico Nacional, han elevado su costo de 120 a 972 millones de pesos, esto es, un 710%. Y las autoridades lo atribuyen a que se incrementaron el número de estudios necesarios para la obra. En el caso de los de salvamento arqueológico se indica que subieron de 7 a 95 millones de pesos.

Cuando la máxima casa de estudios firmó un acuerdo de colaboración con Fonatur para realizar los estudios de impacto, el coordinador de Investigación Científica, Wi-lliam Lee Alardín, declaró que podrán realizar inventarios sobre la riqueza patrimonial, de sitios arqueológicos y coloniales en la zona, tarea que ha correspondido al INAH.

Echenique recordó que el arqueólogo Luis Alberto López Wario, de la Dirección de Salvamento Arqueológico del instituto, hizo pública una carta el 2 de abril pasado en la cual le recuerda al presidente Andrés Manuel López Obrador su compromiso de guardar y hacer guardar la Constitución Política y la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos es un mandato que surge de la carta magna.

En ella se establecen "las actividades, procedimientos, facultades y principios" en materia de dichos patrimonios que son una de las facultades centrales del INAH, le "dan razón de existir". Y destaca el arqueólogo que es tarea del instituto "determinar si existirá o no impacto a los elementos culturales para que, en su caso, se apliquen las medidas técnicas que eviten o mitiguen dicho impacto.

"No resulta comprensible que el INAH acepte el desarrollo de obras que carezcan de dictamen técnico en materia de su competencia. En la práctica, su participación avala el desarrollo de éstas."

También le parece sorpresivo que esta obra...

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