La falsa victoria de Trump

AutorTémoris Grecko

Martes 7 a las 21:45 horas en Washington. Cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, escribió en su cuenta de Twitter "¡Todo está bien!", medio mundo respiró porque se pensó que el mandatario había entendido y aceptado el mensaje de Irán de que era mejor detener la escalada del conflicto que conduciría a la guerra.

En estas dos últimas semanas de encontronazos con el régimen iraní Trump pudo cantar victoria, pero lo mismo hizo la república islámica en su guerra de propaganda cuando atacó con cohetes instalaciones iraquíes -donde estaba alojada la tropa estadunidense- y cuyo objetivo también era convencer a su pueblo y a los aliados de que habían golpeado y "humillado" a Washington al matar a 80 soldados el martes 7.

Después del golpe que Estados Unidos tuvo que aguantar en septiembre último tras el ataque contra las instalaciones petroleras más grandes del mundo en Arabia Saudita, Teherán debió resistir algo similar: el 29 de diciembre pasado un bombardeo estadunidense mató a 25 milicianos pro iraníes y el 3 de enero un ataque con dron aniquiló al general Qasem Suleimani, el militar de mayor prestigio de su país.

En ese contexto Irán respondió y el martes 7 lanzó cohetes contra instalaciones iraquíes que alojaban a soldados de EU. Se trató de un movimiento calculado que resultó en el saldo blanco para Washington.

Al día siguiente a la ofensiva iraní, el miércoles 8, se reportó la caída en Teherán del vuelo 752 de Ukraine International Airlines, con 180personas abordo.Las sospechas de que la aeronave fue derribada accidentalmente por la defensa iraní tienen su origen en la prontitud y opacidad con las que el régimen trata de convencer de que el desplome se debió a un desperfecto mecánico.

Si para algunos el "¡Todo está bien!" de Trump indicaba una victoria parcial de su país y también personal del mandatario, tras la extensa andanada de críticas que recibió dentro y fuera de territorio estadunidense por su peligroso manejo de la crisis, para algunos analistas ese éxito se percibe falso.

De acuerdo con la reflexión de los observadores consultados, aunque Irán se haya visto forzado a retroceder, el conflicto continúa porque se alejan las posibilidades de llegar a un nuevo pacto nuclear y todavía es más difícil de que Irán acepte controles sobre su programa de misiles.

Además, Irak se cansó de ser el tablero de juego en el que las potencias extranjeras, como Estados Unidos e Irán, mueven sus fichas para enfrentarse. Sobre ese tema...

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