"Falta de atención", causa de la crisis ambiental

AutorRaúl Monge

A principios de 2015, la secretaria de Medio Ambiente del gobierno capitalino, Tanya Müller García, recibió un catálogo de propuestas de políticas públicas para mejorar la calidad del aire y reducir emisiones de gases de efecto invernadero en la Zona Metropolitana del Valle de México.

Elaborado por expertos del Instituto de Ingeniería de la UNAM y del Centro de Transporte Sustentable, bajo la coordinación de Claudia Sheinbaum Pardo, actual jefa delegacional en Tlalpan y en aquel tiempo investigadora universitaria, el informe alertaba al gobierno de la Ciudad de México sobre el repunte de sustancias muy dañinas para la salud: monóxido de carbono, ozono, partículas suspendidas y dióxido de azufre, entre otros.

El incremento de esos contaminantes en la atmósfera, según el estudio, era resultado del virtual abandono de las políticas ambientales por los gobiernos federal, capitalino y particularmente del Estado de México.

La propuesta de los expertos pretendía atenuar y en lo posible evitar crisis ambientales como la que se produjo en el Valle de México la tercera semana de este mes, cuya magnitud fue superior a cualquier otra de los últimos 11 años en la zona metropolitana.

Esta crisis obligó a las autoridades capitalinas y mexiquenses a improvisar medidas de contención, como restringir la circulación de automotores con engomados cero y doble cero; reducir las emisiones provenientes de fuentes móviles; actualizar las normas de emisión de contaminantes de vehículos nuevos; generar un esquema de verificación y cumplimiento de las normas de automotores nuevos, así como verificar las características del combustible.

Para enfrentar la emergencia también se decidió promover un programa de "re-trofit" (renovación basada en la actualización de componentes o accesorios) en vehículos de dísel; impulsar el uso de nuevas tecnologías de vehículos ligeros a partir de incentivos nacionales; disminuir las fugas de gas LP; evitar en lo posible quemas a cielo abierto en zonas agrícolas; controlar las emisiones de partículas provocadas por erosión eólica, y revisar y actualizar los inventarios de emisiones.

Pese a que Müller García estaba enterada del propósito del trabajo del grupo de expertos y hasta puso a su disposición el equipo de sensor remoto de la dependencia a su cargo, inexplicablemente la funcionaria ignoró las recomendaciones surgidas de la investigación, financiada por la fundación ClimateWorks que preside Adrián Fernández, exdirector del Instituto Nacional de Ecología (INE).

Sheinbaum, en aquel entonces investigadora del Instituto de Ingeniería de la...

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