Una familia de zetas

AutorAnabel Hernández

El Z-40 nació el 28 de junio de 1973 en Nuevo Laredo, Tamaulipas, bastión de Los Zetas desde hace más de una década. Sus padres son Rodolfo Treviño, quien ya tenía 49 años cuando Miguel Ángel nació, y María Ar-celia Morales, entonces de 34.

La pareja Treviño Morales procreó una extensa familia: Juan Francisco alias Kiko Ozuna (1955), Arcelia, Chelo (1957), Irma (1959), Alicia (1961), Rodolfo (1963), María Guadalupe (1964), José (1966), Ana Isabel (1968), Jesús (1970), Miguel Ángel (1973), Óscar Omar, Alejandro o El 42 (1976), Cristina (1978) y Adolfo (1980).

De acuerdo con información de agencias gubernamentales de inteligencia, tanto mexicanas como estadunidenses, hasta 2007 María Arcelia Morales estaba viva; ahora tendría 74 años. Residía en Nuevo La-redo, contaba con pasaporte para visitar de forma legal a algunos de sus hijos y nietos que viven en Estados Unidos y tenía a su nombre una camioneta Lincoln Navigator.

La historia de los Treviño en el crimen se inició hace 19 años, con Juan Francisco, alias Kiko Ozuna, el primogénito de la pareja Treviño Morales.

El 29 de diciembre de 1993, en una revisión que el servicio de aduanas de Estados Unidos realizó al azar, el vehículo de Juan Francisco fue detenido y él negó en dos ocasiones que llevara más de 10 mil dólares en efectivo. Al buscar en el auto se encontraron 47 mil 984 dólares, que le fueron confiscados.

Ese año la DEA y la Patrulla Fronteriza habían emprendido una investigación sobre tráfico de toneladas de mariguana de Nuevo Laredo a Texas, pero sólo tenían algunas piezas del rompecabezas. De acuerdo con el expediente criminal 3:95-CR-189-R, radicado en la Corte de Distrito Norte de Texas y del cual se tiene copia, en octubre de 1994 el gobierno de Estados Unidos acusó formalmente a Juan Francisco Treviño, a otro Treviño de nombre Armando -se desconoce si es su familiar-, a Abraham Padilla (Benny), Abel López, Fernando Quiroz (Vanna), Hipólito Ortiz (Polo), Óscar de León (Pelón) y Edel Isaac de asociación delictuosa por poseer más de mil kilogramos de mariguana con intención de distribuirla. En ese momento, Miguel Ángel Treviño Morales tenía sólo 21 años.

El 18 de octubre de 1994 Juan Francisco Treviño, Armando Treviño y Pedro Sánchez comparecieron ante un funcionario judicial y, con base en la ley vigente, pidieron un juicio rápido que debió llevarse a cabo en los 70 días posteriores a que voluntariamente se presentaron ante la justicia.

El 26 de mayo de 1995 Juan Francisco presentó una moción para que se desecharan los cargos en su contra por no habérsele enjuiciado de manera expedita. El 15 de junio de 1995 un tribunal de primera instancia celebró una audiencia y desestimó los cargos que se le fincaron en octubre de 1994.

Kiko Ozuna pensó que saldría inmediatamente de prisión. No contaba con que días antes, el 7 de junio, la fiscalía había iniciado una nueva acusación contra él por otra conspiración para distribuir más de una tonelada de mariguana en territorio estadunidense. Mientras esperaba el juicio expedito, la DEA obtuvo pruebas suficientes para incriminarlo. Como en la mayoría de los casos, la agencia lo consiguió a través de cómplices que se acogieron al programa de informantes y testigos protegidos. Esas declaraciones hundieron por completo a Juan Francisco.

Everardo Ramírez, presentado por la fiscalía como testigo del gobierno, declaró en la Corte que un sujeto de apellidos Tovar Ozuna le presentó a Juan Francisco Treviño, quien le ofreció empleo. El trabajo consistía en transportar...

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