"Fauda" y la supuesta igualdad de israelíes y palestinos

AutorTémoris Grecko

Los productores israelíes de Fauda, no obstante, aseguran que representan con equidad a los rivales, algo que, sostienen, no podría imaginarse si los responsables de la producción fueran palestinos.

Se enorgullecen porque a judíos e israelíes los tratan igual... Igual de mal, es necesario añadir: como a fieras aturdidas de violencia que han dejado de razonar.

En medio de un sonoro éxito, las críticas no se han demorado. De un lado, porque se rompen retratos y pretensiones celosamente cuidados por la versión israelí de las cosas. Del contrario, porque esa igualdad de trato resulta no ser tan igual: en esta historia la crueldad de unos tiene explicación; no así la de otros.

Rompiendo estereotipos

Si hay producciones que han roto la limitación comercial de no ser habladas en inglés para alcanzar fama, Fauda se ha convertido en la serie israelí mundialmente más exitosa, a pesar de que sus diálogos que cambian velozmente entre árabe y hebreo, dos idiomas poco conocidos e indistinguibles para quien no está familiarizado con ellos. Netflix lanzó la segunda temporada en mayo, dos años después de la primera, y se espera la siguiente para 2019.

Los rasgos de humanidad están presentes en ambos pueblos: desde las mujeres palestinas e israelíes que constantemente llaman la atención de los hombres sobre la insensatez de la violencia, hasta los machos combatientes que se derrumban en la frustración de la derrota, las penas de amor y el miedo a perder a sus hijos.

"Es el programa más visto entre la población árabe de Israel porque, en primer lugar, honramos su idioma, honramos su narrativa y los respetamos", le dijo a la cadena estadunidense Fox News el actor principal, Lior Raz. Él es también cocreador de la serie con el periodista Avi Issacharoff, su socio y amigo. Se conocieron cuando hacían el servicio militar en la unidad especial conocida como Mista'arvim.

Esa palabra es una derivación de musta'arabi, que en árabe significa "los que viven entre árabes": una especialidad de sus soldados es que aprenden a hablar árabe con acento palestino y son capaces de infiltrarse entre la población para llevar a cabo investigaciones, secuestros y asesinatos.

Esta es una de las cosas que han molestado a muchos israelíes: su ejército asegura ser "el más moral del mundo"; además, uno de los más eficaces, con tropas sujetas al entrenamiento más exigente y capaces de llevar a cabo con extrema precisión las operaciones más temerarias.

En cambio, Doron Kabilio, el...

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