Acerca de El gobierno federal desoyó denuncias y cedió Michoacán a los cárteles

De Miguel Ángel Arellano Pulido

Señor director:

  1. Niego categóricamente estar o haber estado coludido con grupo criminal alguno durante mi vida pública o privada.

    La información que reproduce el semanario forma parte del expediente penal que se integró a partir de las declaraciones infundadas, ilegales y sin sustento jurídico obtenidas de criminales confesos dentro del programa de testigos protegidos implementado por la anterior administración pública federal, siendo ésta la base para detener y procesar a los servidores públicos del estado en lo que se conoce como el michoacanazo, quienes, por cierto, actualmente todos han sido liberados.

  2. En mi caso, como en el de otros servidores públicos, hice uso del único recurso legal de que disponía, otorgándome el órgano jurisdiccional federal en primera y segunda instancias la protección de la justicia, al acreditar la falsedad de la acusación, las contradicciones en que incurrieron los testigos protegidos, su omnipresencia en los lugares donde daban testimonio, y que a uno de ellos se le comprobó la intención de afectarme, ya que durante el tiempo que fui procurador fue destituido de su cargo como policía ministerial y consignado a la autoridad judicial del fuero común por la comisión de un ilícito penal. Durante 38 años de ejercicio profesional -la mayoría de ellos como servidor público de los tres órdenes de gobierno- nunca he sido ni administrativamente sancionado; mi vida la he conducido con honestidad, rectitud y siempre apegada a derecho; por lo que agradeceré...

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