Felipe Ehrenberg (1943-2017)

AutorBlanca González Rosas

Protagonista relevante de la escena emergente de los años setenta, Felipe fue un personaje inteligente, audaz y polifacético que se utilizó y construyó a sí mismo como su principal obra de arte. Expandido entre una imaginería irreverente y machista de referencias urbano-populares -dibujos y estampas principalmente-, acciones per-formáticas de reflexión social y crítica institucional, proyectos conceptuales autogestionados y una participación activa en la prensa escrita y medios audiovisuales, Ehrenberg se caracterizó por una desinhibida ambivalencia -o contradicción-entre su discurso, creación y actitud artística.

Ubicado en los años sesenta y setenta en el límite entre la defensa de los valores de la creatividad mexicana y la influencia de los nuevos lenguajes artísticos extranjeros, Felipe Ehrenberg desarrolló, después de una estancia en el Nueva York sesentero, una rispida estética pop que alternó la repetición de figuras con composiciones geométricas y desnudos femeninos de un erotismo propio de las historietas populares. Trabajados generalmente sin rostros y con la atención contenida en los senos, las caderas y el vello púbico, los cuerpos se perciben como objetos dirigidos únicamente a la mirada y satisfacción masculina.

En los años setenta, su permanencia en Londres de 1970 a 1974 lo introdujo en los lenguajes conceptuales, y destacó con atrevidas acciones -como su conversión corporal en una obra de arte mexicano que visitó la Galería Tate ocasionando el descontrol de los custodios-, la producción de arte-correo y la cofundación de la cooperativa editorial Beau Geste Press/ Libro Acción Libre, que creció...

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