El fin del experimento de la izquierda radical

AutorAndrés Mourenza

ATENAS.- La Coalición de la Izquierda Radical (Syriza) fue el partido que más votos obtuvo en Grecia en las elecciones de enero de 2015, tras seis años de austeridad impuestos por la Unión Europea (UE), el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, a cambio de dos rescates financieros para evitar la quiebra de un país que en la década anterior había gastado indiscriminadamente.

Incluso los máximos defensores de la ortodoxia económica, como el exministro de Finanzas, Gikas Hardouvelis, reconocen que el programa de ajuste aplicado a Grecia -brutales recortes del gasto público, reducciones de salarios y pensiones de hasta 40% y aumento de los impuestos-tuvo un carácter "punitivo".

"La crisis podía haberse resuelto rápidamente condonando parte de la deuda griega, pero eso preocupaba a los alemanes, que pensaron: 'Si se lo permitimos a los griegos, seguirán el mismo camino italianos, españoles e irlandeses'", explica Hardouvelis a Proceso.

El resultado, en cambio, fue una década de recortes y recesión, durante la cual medio millón de griegos (5% de la población) abandonó el país, el desempleo se disparó de 8 a 28% y la destrucción de más de un tercio de su PIB.

Así, la población griega decidió dar su voto a un partido que hasta esta década no había pasado de 5% de apoyo. "Se debió al enfado con la corrupción, el nepotismo y la cleptocracia de los anteriores partidos, que habían llevado al país a la bancarrota y provocaron una caída en los estándares de vida", afirma en entrevista Yorgos Christidis, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Macedonia en Salónica. Las promesas que llevaron a Alexis Tsipras al poder se pueden resumir en: acabar con la austeridad y rechazar el pago de parte de la deuda.

El día que Tsipras se trasladó a la mansión Máximos, hogar del jefe de gobierno, no fue recibido por el primer ministro saliente, Andonis Samarás. "Se llevó hasta los focos", explica a Proceso el diputado Costas Douzinas, considerado "el filósofo" de Syriza.

"Encontramos vacías las arcas del Estado. Samarás decidió no proceder con la negociación del último tramo del rescate financiero, porque sabía que le tocaría utilizarlo al siguiente gobierno, así que no teníamos dinero ni para pagar a los funcionarios y tuvimos que pedírselo a los ayuntamientos", dice.

País comprometido

Entre 2010 y 2015, la democracia y la soberanía le fueron arrebatadas a Grecia. Daba igual qué partido eligieran los votantes, porque no podría cumplir...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR