Foros hemisféricos desdibujados

AutorOlga Pellicer

La parálisis de todos los foros hemisféricos regionales y subregionales ante la crisis de Venezuela ha provocado múltiples reacciones negativas. Mucho se ha comentado la poca validez de la Carta Democrática Interamericana cuando, llegados momentos de crisis, no sirve para inducir acciones conjuntas. Convencido de que poco se logra en los foros multilaterales, el presidente Obama decidió actuar unilateralmente mediante una acción ejecutiva que lo llevó a imponer sanciones económicas a algunos funcionarios del gobierno de Maduro.

Sin embargo, debido a la necesidad de cumplir con requisitos exigidos por el Congreso estadunidense, an-tes de proceder Obama hizo declaraciones en el sentido de que la situación de Venezuela es una seria amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos. La desproporción de semejante declaración evidenció, por una parte, la escasa sensibilidad de los consejeros del presidente y, por ende, el lugar secundario que los asuntos hemisféricos ocupan en la burocracia washingtoniana; por la otra, que un mal cálculo político tiene efectos contraproducentes.

Las sanciones a funcionarios venezolanos no tuvieron consecuencias mayores, pero la desafortunada declaración sobre la seguridad nacional ocasionó un cambio en el eje de la discusión sobre la crisis de Venezuela. El problema pasó de la urgente necesidad de evitar la profun-dización del caos económico, las medidas represivas y la polarización que tanto daño están causando al pueblo, a las amenazas del imperialismo estadunidense. Con tales temores se han justificado la ampliación de las competencias de Maduro para enfrentar a la oposición, y el reforzamiento de la solidaridad hacia el gobierno venezolano, no sólo de los miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de nuestra América (Alba), sino de todos los gobiernos de izquierda latinoamericanos.

Otro indicador significativo del debilitamiento de la cooperación política interamericana ha sido la elección del secretario general de la OEA, que tuvo lugar el 18 de marzo. No hubo discusión notoria previa a esa elección, la cual fue casi ignorada tanto por las cancillerías como por los medios de comunicación. Se presentó un solo candidato, el excanciller de Uru-guay Luis Almagro. Hubo y habrá consenso sobre sus pronunciamientos generales en torno a: "modernizar la organización", fortalecer su participación en el desarrollo integral de los países miembros, funcionar sobre la base de la igualdad jurídica, alentar la...

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