La desaparición forzada, estrategia de terror

AutorFederico Mastrogiovanni

Llego a Saltillo, capital del estado de Coahui-la, en un carro desde Monterrey. El trayecto es breve, menos de una hora por la autopista que atraviesa el desierto, pero me han aconsejado viajar de día, y rápido, porque en este tramo de la carretera México-Laredo se han dado muchos asaltos y secuestros.

La niebla envuelve la ciudad en una atmósfera al mismo tiempo irreal y un poco siniestra. El silencio es lo más sorprendente. Todo parece estar rodeado de algodón. Saltillo es un espejismo con su belleza austera y la niebla que se adueña de las calles. Saltillo, además, es un territorio Zeta. A pesar de su belleza, de la armonía de sus líneas, de la imponente presencia de un desierto fascinante, es una extensión dominada por uno de los grupos criminales más poderosos y violentos del país. Es una ciudad que ya se ha acostumbrado al horror. En pleno territorio Zeta estoy convencido de que voy a entender algo más sobre la estrategia que utiliza la desaparición forzada como instrumento de terror. Aquí las desapariciones forzadas aumentaron tanto en el sexenio de Felipe Calderón que se fundó la asociación Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila, con el apoyo del obispado, para dar ayuda a las tantas familias afectadas.

El obispo Raúl Vera me recibe en su casa; entre las fotos de las comunidades de Chiapas y las instantáneas que lo retratan con Juan Pablo II y Benedicto XVI, está colgada la imagen de una Virgen de Guadalupe, a cuyos pies hay esta leyenda: "Hasta la madre dice: ¡Ya basta!"

Cabello cano, mirada directa, sonrisa al mismo tiempo irónica y cariñosa, se acomoda en una silla para la entrevista. Con calma y precisión me ayuda a ubicar el fenómeno de las desapariciones en un | contexto más amplio. Para don Raúl, la estrategia presidencial de Felipe Calderón no ha sido un "error". -A Calderón no se le fue la situación de las manos, es una estrategia que deliberadamente hicieron sin procuración de justicia, porque la procuración de justicia sí desbarata las mafias, la procuración de justicia sí podía haber llegado a descubrir esta estrategia contrainsurgente. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos ha hecho una crítica muy severa a la política de Calderón.

Lo que entiendo, hablando con el obispo de Saltillo, es que sembrar el terror en la población es parte de una estrategia que favorece los intereses de empresas trasnacionales. Y la estrategia pasa a través de una paramilitarización del país, el aumento de la represión por parte del Estado y el incremento de actividades de los grupos criminales contra la población civil.

Pero su razonamiento es más amplio, abarca décadas y gobiernos del pasado, considera un escenario continental, no se limita a la actualidad mexicana. Es un hombre que ha vivido en carne propia la dificultad de mirar al poder a los ojos.

-Cuando vemos tantos militares metidos en la violencia y tanto despliegue militar, y el narco creciendo, y el narco fortaleciéndose, y los asesinatos, y los asaltos, y los secuestros que no paran, nosotros creemos que también es un proceso; desde hace un rato, estamos viendo que es también un proceso contrainsurgente. La estrategia contrainsurgente, la paramilitarización fueron instrumentos del ejército, pero en ese tiempo, todavía estaban en el método de la guerra de baja intensidad, sin duda, que ahorita algunas variantes tiene. Ahora, tampoco podemos desligar esto de la desigualdad social que hay y...

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