El "fracking" vieja práctica en Nuevo León

AutorLuciano Campos Garza

MONTERREY, NL.- Con cinco años de retraso -y a uno de que se aprobara la reforma energética- la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semar-nat) aceptó que el fracking puede provocar sismos, contaminación en mantos acuí-feros, malformaciones genéticas, esterilidad, pérdida de la biodiversidad y dañar viviendas y carreteras.

Desde 2010 Pemex realiza exploraciones para decidir dónde emplear esa técnica -que permite succionar del subsuelo gas de esquisto o shale, como también se le conoce. Al menos desde 2012, expertos mexicanos y organizaciones ambientalistas denunciaron los riesgos de practicarla.

En la Guía de criterios ambientales para la exploración y extracción de hidrocarburos contenidos en lutitas (GL), recientemente elaborada y difundida por la Semarnat, la dependencia reconoce además que no se ha estudiado a cabalidad el daño a la salud humana que dicha tecnología puede causar.

El doctor en ciencias geohidrológicas Juan Manuel Rodríguez Martínez, jefe del Departamento de Geohidrología y Geofísica de la Universidad Autónoma de Nuevo León, es uno de los especialistas que alertó a la Comisión Nacional del Agua (Cona-gua) sobre los riesgos delfracking.

En un documento que envió el año pasado a la dependencia, advirtió de que, a corto y largo plazo, este método extracti-vo puede provocar severas afectaciones a las personas.

De hecho, en 2012 ocurrieron decenas de terremotos en Nuevo León, que fueron atribuidos al fracking. El gobierno estatal negó que se hubieran emprendido trabajos de fracturación hidráulica. Sin embargo, el estudio de Rodríguez Martínez revela que, en 2011, se contaron dos sismos en la entidad, pero en 2012 -cuando fueron reportados los primeros trabajos de frac-king- aumentaron a 89.

Aunado a ello, el investigador halló referencias a seis perforaciones para buscar lutitas. Documentó que Petróleos Mexicanos ya hizo evaluaciones y encontró zonas productivas en el norte de Nuevo León.

En conjunto, los primeros trabajos emplearon 101 mil millones de litros de agua, lo que confirma que la explotación de gas de esquisto es una industria extremadamente sedienta.

Con el volumen de líquido usado se podría satisfacer el consumo diario de 404 mil personas. El empleo del recurso ocurre en una época en que el gobierno de Nuevo León habla de una enorme falta de agua para justificar la construcción del polémico acueducto Monterrey VI, que arrancará desde el río Pánuco.

La especialista en gestión acuífera Natalie Seguín considera que hay suficientes evidencias para suponer que, debido a los enormes volúmenes que consume el fracking, el acueducto servirá, ante todo, para inyectar agua en los pozos de gas esquisto.

Una advertencia tardía

En la GL se...

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