Francia y la integración racial, en fuera de lugar

AutorDiego Calmard

PARÍS.- Les Bleus es el sobrenombre actual de la selección francesa de futbol, pero hace 20 años, cuando consiguieron su primer campeonato del mundo, el heroico conjunto galo fue llamado "Black-Blanc-Beur (negro-blanco-árabe)", apelativo con el que se trató de representar a la Francia multiétnica.

Se supone que con ese triunfo el país aprendió a superar sus diferencias para conquistar la cumbre del balompié internacional.

"Black-Blanc-Beur es una realidad en el sentido de que somos una nación multicultural, debido al colonialismo", dice Joachim Barbier, periodista y autor del libro Este país al que no le gusta el futbol, en el que critica la manera en que en el Hexágono es concebida la cultura futbolística.

En las calles, cachetes pintados con la bandera tricolor, ricos y pobres, jóvenes y viejos, negros y blancos se reunieron bajo una sola frase: "Black-Blanc-Beur". En aquel entonces se tomó conciencia de la diversidad de Francia "en un periodo poco favorable a la mixidad", considera Yvan Gastaut, historiador en cuestiones migratorias y del deporte de la Universidad de Niza.

Los primeros en hablar de la Francia "Black-Blanc-Beur" fueron los medios de comunicación, rápidamente seguidos por los políticos que aprovecharon la euforia del momento para mejorar su popularidad, recuerda.

Cortina de humo

En realidad, 1998 es el inicio de la cultura futbolera en este país. Antes, el balompié era considerado el deporte de la clase baja y los futbolistas, como unos descerebrados; el aficionado era visto como un mero consumidor. Sin embargo, con la conquista del Mundial, muchos intelectuales y políticos descubrieron el lado social del futbol y se lo apropiaron.

Para el historiador Yvan Gastaut, con Francia 1998 "el fútbol invade la vida pública y los políticos franceses se interesaron en el deporte sólo en este momento".

En aquél entonces, el desempleo ascendía a 10.8% de la población. El país vivió el impulso de un partido xenófobo y hostil contra las minorías: el Frente Nacional. En ese tiempo, para un joven africano era difícil encontrar trabajo y para uno de origen árabe, peor. La sociedad francesa estaba partida.

El éxito de un equipo compuesto por franceses descendientes de las minorías no visibles, como el astro Zinedine Zidane, de origen argelino; Mar-cel Desailly, nacido en Ghana; Youri Djorkaeff, hijo de inmigrantes armenios, y Robert Pirès, de padres portugueses, "representó la primera vez que esa diversidad era tan visible", expone el...

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