Con Francisco La Diplomacia Vaticana Recupera Prestigio Mundial

Por Andrés Beltramo Alvarez. Corresponsal

Ciudad del Vaticano, 29 Dic (Notimex).- Iniciativas personales emprendidas por el Papa Francisco y mediaciones con resultados históricos, como el acercamiento entre Cuba y Estados Unidos, colocaron en 2014 a la diplomacia vaticana en el centro de la atención mundial, como no ocurría desde hace años.

El éxito de la contribución de la Santa Sede en la negociación cubano-estadunidense tiene pocos antecedentes y recuerda la intervención en 1979 de Juan Pablo II que conjuró una inminente guerra entre Argentina y Chile por el diferendo limítrofe en torno al canal de Beagle.

Durante su pontificado, Karol Wojtyla fue un actor de gran peso internacional. Entre otras cosas se le reconoce un rol clave en la caída del Muro de Berlín en 1989 y su intento concreto por evitar la invasión a Irak en 2003.

En los años sucesivos la diplomacia vaticana pareció caer en un profundo letargo, con algunos fracasos rotundos como la anunciada públicamente y nunca llevada a cabo -por error de cálculo político- misión de solidaridad con Siria en 2012.

Con la llegada de Jorge Mario Bergoglio al pontificado la atención de la Santa Sede por los conflictos internacionales volvió a tener una sensible eficacia, con un papel fundamental del líder católico.

"Por una parte existe una gran autoridad moral del Papa por el amplio seguimiento y atención popular que tiene. Esto no es fruto de poderes, propaganda, es fruto de su carisma, de su actitud", explicó a Notimex el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi.

"Los líderes mundiales no pueden ser indiferentes al hecho que existe una gran autoridad, que el Papa se manifiesta como un líder al cual los pueblos miran objetivamente con esperanza, con confianza, como una persona creíble, que ofrece mensajes importantes para las grandes expectativas del mundo de hoy", agregó.

Esa gran capacidad de influencia de Francisco quedó clara la misma noche de su elección, el 13 de marzo de 2013, y se fue consolidando en los meses siguientes.

Por eso no resulta extraño que apenas seis meses después del inicio de su papado, su primera gran iniciativa diplomática logró prácticamente evitar una inminente invasión militar a Siria, inmersa entonces en un sangriento conflicto interno.

El mismo Papa se involucró en el tema y convocó, para el 7 de septiembre de ese año y en la víspera de la fiesta de la Natividad de María, reina de la paz, una jornada de ayuno y de oración por la paz en Siria, en Medio Oriente y...

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