El frasco del ingeniero K.

AutorFabrizio Mejía Madrid

Los neos tampoco son demócratas. Sin reconocer que hubo fraudes electorales en 1988 o en 2006 o en decenas de elecciones locales, difícilmente puede hablarse de "régimen democrático con separación de poderes". El ingeniero K., se las ingenia para una falsa paradoja: que los jóvenes digan que México no es una democracia comprueba que la democracia existe. De igual manera: que no se diga que existe una dictadura comprueba lo férrea que es. Más allá de las argucias, no me parece muy democrático descalificar a quien ha participado pacíficamente en procesos electorales -no sólo los candidatos, sino los millones que votan por ellos- como "mesiánicos". La intervención súbita de Dios en favor del pueblo elegido poco tiene que ver con ir, con la decepción de los fraudes y la compra de votos a cuestas, a la casilla y cruzar las boletas. Votar es lo menos cercano a la alabanza del Vellocino de Oro, acto que sí se practica frente al dinero en la cultura neoliberal.

Pero nada de esto realmente me sorprende del "ya sé que ustedes no aplauden" del presidente y el llamado del ingeniero K. Es como un frasquito de agua bendita que sacan para salpicarnos cuando ven que la resignación al estado de rapiña se cuartea...

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