Frontera sur: otro exceso de los militares

AutorIsaín Mandujano

SAN JOSÉ BACANTUM, CHIS.- Militares mexicanos, acusados de asesinar a un ciudadano guatemalteco, fueron retenidos por una turba que los desarmó, los humilló y los llevó por la fuerza hasta una región cercana a los límites con Guatemala.

El 29 de marzo pasado, un grupo del 15 Regimiento de Caballería Motorizada de la 31 Zona Militar de Comitán se encontraba en un puesto de control a la altura del poblado Barrio San José Bacantum, municipio de Mazapa de Madera, entre Motozintla y Frontera Comalapa, en la región fronteriza de la Sierra Madre de Chiapas.

En esos rumbos abundan los ciudadanos guatemaltecos que compran abarrotes al mayoreo en las numerosas bodegas del lado mexicano. El favorable tipo de cambio -2.65 pesos por quetzal- hace que miles de chapines ingresen o se acerquen a México para comprar todo lo que pueden.

Ese lunes 29 se encontraban en el destacamento los sargentos segundos de caballería Valentín Prado Quinto y Martín Mar Alonzo, el soldado de sanidad José Alexander Pineda Nulitagua y los soldados de caballería Ronay Alejandro Vázquez Gómez, Ariel Ruiz López y Pedro Carrión Rivera.

Ellos pretendieron detener una camioneta Mitsubishi gris que provenía de Mo-tozintla rumbo a territorio guatemalteco, a fin de revisarla, pero -en la versión de los militares- los ocupantes del vehículo con placas de Guatemala intentaron evadir el retén y tuvieron que dispararles. Dos tiros atravesaron el parabrisas.

En el asiento del copiloto quedó muerto Elvin Mazariegos Pérez, de 30 años, con un impacto en el cuello y otro en el pecho. El conductor, Dylan López, logró bajarse y cubrirse. Un tercer ocupante, de quien no se dijo su nombre y que había pedido "un aventón" e iba en la góndola de la camioneta, logró escapar de ahí.

En una entrevista de Radio Única Tacaná, trasmitida en redes sociales, Dylan López dijo que efectivamente él y su amigo Mazariegos venían de Motozintla y le dieron aventón a otra persona para ingresar a Guatemala, pero asegura que al aproximarse al retén los militares empezaron a dispararles. Ahí vio morir a su amigo. Al revisar la camioneta los militares no encontraron armas ni drogas.

En la entrevista López señaló que la familia de Mazariegos exige pensión para sus hijos.

El oficial de sanidad José Alexander Pineda intentó darle los primeros auxilios a Elvin, pero ya era demasiado tarde. El sonido de los balazos hizo que se reuniera en el lugar la gente de las casas y parajes cercanos.

En la zona casi no llega la señal de...

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