Un funeral comunitario virtual

AutorPedro Matías

OAXACA, Oax.- No hubo féretro ni cuerpo presente para llorarle. Pero el llanto contagió a toda la familia en Oaxaca. La mujer, a quien nombramos Eustolia para proteger su identidad, pedía ser enterrada en su tierra, junto a sus padres, donde está su ombligo. Pero la muerte la sorprendió en Estados Unidos. Ahora es parte de las cifras de la pandemia decovid-19.

Doña Eustolia, originaria de la Mixteca, dejó el estado hace 23 años en busca de mejores condiciones de vida. Finalmente se contagió, ingresó a un hospital de Nueva Jersey y a las pocas horas murió. Fue incinerada de acuerdo con los protocolos de sanidad de esa ciudad.

Sus familiares directos no pudieron despedirla con los ritos fúnebres de su tierra. Sus hijos dijeron que ella pensaba regresar algún día a reposar junto a la tumba de sus padres. Quería que una banda de música la despidiera con el "Dios nunca muere".

Ante la imposibilidad de repatriar el cuerpo, que fue reducido a cenizas, o de viajar para sumarse al duelo por la ausencia de Eustolia, la familia recurrió a...

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