Gisele: Modelo de mujer
Dentro y fuera de las pasarelas y portadas de revista, Gisele Bündchen es una mujer modelo.
A sus 40 años, que cumple hoy, la brasileña es un ícono: convirtió su nombre en una poderosa marca, ostenta el récord de la maniquí mejor pagada durante 15 años seguidos y su estilo de caminar en los desfiles es legendario.
La beldad también es sinónimo de empoderamiento femenino al expandir sus horizontes como empresaria, activista, autora, actriz y madre de familia.
"Ha sentado las bases para mucho quehacer en muchas áreas, pero sí, especialmente, en el rol de la mujer dentro de la moda", sostiene la diseñadora mexicana Lydia Lavín.
Originaria del sur brasileño, Gisele aspiraba a ser jugadora de voleibol, pero el destino quería otra cosa.
Con 14 años, tras ser descubierta por un agente en un centro comercial; debutó en las pasarelas y, en 1996, tuvo su primer desfile en la Semana de la Moda de Nueva York.
"Naces con algo y tienes que estar en el momento y lugar indicados para poder triunfar, y cuando te toca, te toca. Tiene que ser casi tu destino", considera Estela Sáenz, directora general de la agencia Shock Modelling.
Gisele distaba mucho de la apariencia extremadamente delgada y hasta andrógina de las "heroin chic" de los 90, como Kate Moss.
En cambio, su curvilínea figura, cuerpo saludable y bronceado la convirtieron en la epítome de la "bomb-shell", la bomba brasileña.
"Empezó con ella una oleada nueva de aceptar a las modelos con sus curvas, cuerpos sanos, sí trabajados en gimnasios y cuidados, pero que al final pudieran acceder a una belleza más natural y de bienestar. Eso comunicó a muchísima gente que no era sano estar tan delgada", opina Lavín, académica de la Universidad Iberoamericana.
Antes de cumplir los 20, Gisele ya había colaborado para firmas como Alexander McQueen, Valentino, Dolce & Gabbana, Versace y Ralph Lauren, y adornado las portadas de decenas de revistas, incluida una en solitario de la edición estadounidense de Vogue.
Para el 2000, Rolling Stone la nombró "La Chica Más Bella del Mundo" y, ese mismo año, se volvió un Ángel de Victoria's Secret, firmando el contrato más caro de la historia de la firma.
"Depende mucho de la astucia, la inteligencia de una persona, para poderse vincular y poder lograr lo que ella logró. Puedes tener el contacto con la gente más importante del medio y no lograr nada. Fue única", resalta Sáenz.
En 2007, justo cuando terminó su relación con la firma de lencería, estaba dentro de las 20 mujeres...
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