El gobierno de la 4T. Acciones y omisiones

AutorElisur Arteaga Nava

En otros países, con el fin de impedir la propagación de la pandemia, los gobiernos han cerrado su espacio aéreo para impedir la salida y entrada de aeronaves procedentes de estados con problemas de salud. El gobierno mexicano no lo ha hecho Hay otras quejas y ellas, al igual que las enumeradas, son igualmente fundadas y atendibles.

El presidente, hasta el momento, ha dado más muestras de ser un macho irresponsable que titular de la más alta magistratura política del país.

Ante tamaña irresponsabilidad de las autoridades federales y, concretamente del presidente de la República, los particulares hemos asumido el liderazgo o adoptado las medidas que la prudencia aconseja. Lo mismo sucedió en 1985: ante la inacción de un presidente apático o timorato, los particulares actuamos. Lo rebasamos a él y a sus autoridades.

Como particulares hemos suspendido nuestros trabajos ordinarios y, para evitar una paralización total, hemos buscado formas de que nuestros trabajadores, empleados o socios sigan trabajando en sus domicilios, sin tener que exponerse al contagio del covid-19.

Los gobiernos de los estados, sobre todo los que no son de extracción morenista, han comenzado a hacer su parte: han suspendido las clases en las escuelas; con respeto irrestricto a su autonomía, han invitado a las autoridades universitarias a hacer lo mismo; limitaron ya las concentraciones masivas de personas y suspendieron espectáculos dentro de territorios jurisdiccionales. Con ello, dentro de su ámbito de acción, han procedido como buenos gobernantes.

Con excepción de los de Puebla y Veracruz, los mandatarios morenistas -como buenos priistas que fueron- están esperando línea para actuar. No les ha llegado. No han hecho mayor cosa. Temen desentonar en este coro de alabanzas a su jefe.

De los gobernadores que han actuado, hasta este momento no se sabe que hayan asumido la responsabilidad de hacer frente a la pandemia. Como lo dije en otra parte, son competentes para hacerlo los poderes federales, así con minúscula. De conformidad con la fracción XVI del artículo 73 constitucional, sobre ellos recae la responsabilidad de combatirla. No lo han hecho o no han actuado en la medida de lo esperado o de la emergencia.

Ante la pasividad del gobierno federal, las autoridades locales lo están haciendo; su intervención es oportuna y no ilegal; aunque con dudas de constitucionalidad, es benéfica y aceptada por la población.

Los gobiernos de los estados, para fundar su acción, pueden...

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