Un gobierno a prudente distancia de Evo

AutorRafael Croda

BOGOTÁ.- Un año después de la salida del expresidente Evo Morales hacia un exilio en México y Argentina, y tras varios meses de una polarizada contienda electoral, Bolivia inició en los últimos días una nueva etapa de estabilidad política que no está exenta de enormes desafíos.

Bolivia tiene un nuevo presidente, el economista y militante del Movimiento al Socialismo (MAS), Luis Arce, quien se desempeñó durante 12 años como ministro de Economía de Evo Morales.

Es considerado su sucesor político, pero no su incondicional. El mismo Arce se ha encargado de insistir en que Morales no será quien gobierne.

Pero el exmandatario sigue siendo el político más influyente del país. No sólo controla el MAS -el único partido con presencia nacional en Bolivia- sino los sindicatos de campesinos cocaleros.

Evo ha dicho que se dedicará a la agricultura y a la piscicultura, pero su regreso a Bolivia, el lunes 9, no fue el de un piscicultor sino el de un dirigente popular que convoca a multitudes.

El exgobernante ingresó por tierra, desde Argentina, y en compañía del exvicepresidente Álvaro García Linera visitó durante tres días varias poblaciones suroccidentales, en las que fue aclamado por sus seguidores.

En el aeropuerto de Chimoré, en el trópico de Cochabamba, desde el cual voló a México hace un año, el 11 de noviembre de 2019, decenas de miles de indígenas que abarrotaron la pista le dieron un recibimiento de jefe de Estado.

Arce estaba invitado al acto de bienvenida y se esperaba su asistencia, pero no llegó. Es evidente que el mandatario está decidido a establecer una prudente distancia con Evo Morales.

Luego de su juramentación, Arce designó y posesionó a un gabinete de ministros cuyo sello es su juventud, su perfil académico, su militancia en el MAS y su pertenencia a diferentes corrientes del partido de gobierno.

"Es un buen comienzo de Arce porque da una señal de independencia y le da oportunidad a una nueva generación. No incluyó en el gabinete a exministros de Evo que se habían mencionado para estar en su gobierno", asegura el doctor en ciencias sociales Fernando Salazar.

El académico boliviano dice a Proceso que en el gabinete hay cercanos excolaboradores de Arce, como los ministros de la Presidencia, María Nela Prada, y de Economía, Marcelo Alejandro Montenegro, y políticos conciliadores, como los ministros de Defensa, Edmundo Novillo, y de Gobierno, Carlos Eduardo del Castillo.

Ese es el núcleo del equipo con el cual Arce buscará dar un sello propio a su gobierno y lidiar con la pesada figura de Evo Morales, con las diferentes corrientes del MAS, con la crisis económica derivada de la pandemia del covid-19 y con una oposición de extrema derecha que está financiada por el empresariado del pujante departamento de Santa Cruz.

El nuevo presidente ha ofrecido "rectificar lo que...

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