Grave e ilegal, el sometimiento del Estado al clero
Autor | Alvaro Delgado |
"¡Son unos desvergonzados!", exclama el constitucionalista Elisur Arteaga sobre las autoridades y políticos de los principales partidos que se "sometieron" al jefe de la Iglesia católica, el Papa Francisco, y afirma que todos violaron el Estado laico establecido en la Constitución.
"¡Priistas, perredistas, panistas -acusa- son unos violadores de la Constitución y de la ley! ¡Atentaron contra el Estado laico y, además de eso, dispusieron de fondos y recursos públicos para fines netamente religiosos!"
Abogado por la Escuela Libre de Derecho, licenciado en historia por la UNAM y doctorado por la Universidad Iberoamericana, autor de una veintena de libros y profesor invitado en más de 100 universidades de México y del extranjero, el constitucionalista analiza, molesto, el comportamiento de autoridades y políticos en la visita de Jorge Bergoglio a México, del presidente Enrique Peña Nieto para abajo.
Desde el fastuoso recibimiento del Papa en el aeropuerto de la Ciudad de México y la recepción en el Palacio Nacional hasta las visitas que hizo a Michoacán, Chiapas y Chihuahua, organizadas por los gobernadores -a un costo estimado en 160 millones de pesos-, servidores públicos y políticos se doblegaron ante el jerarca de la Iglesia católica.
En los seis días de la visita del Papa Francisco a México, afirma, autoridades y políticos no respetaron el principio histórico de la separación del Estado y las Iglesias, como lo establece el artículo 130 constitucional.
Pero además transgredieron el artículo 24 de la Constitución que garantiza que toda persona tiene derecho a la libertad de religión, pero ordena: "Nadie podrá utilizar los actos públicos de expresión de esta libertad con fines políticos, de proseli-tismo o de propaganda política".
Por su parte, la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto público plantea, en el artículo 3, que "el Estado mexicano es laico", y dispone: "El Estado no podrá establecer ningún tipo de preferencia o privilegio en favor de religión alguna.Tampoco a favor o en contra de ninguna Iglesia ni agrupación religiosa".
Arteaga Nava afirma sobre los servidores públicos y políticos que se le rindieron a Bergoglio: "Se prestaron al juego esquizofrénico de considerar que una persona en un momento habla como jefe de una Iglesia y en otro como jefe de Estado. Esta dicotomía deriva en una hipocresía inaceptable".
Juzga: "Es indignante el comportamiento de todas las autoridades, sin importar el sello partidista. Es, evidentemente, viola-torio tanto del artículo 130 constitucional como de la Ley de Asociaciones Religiosas, ¡claro que sí!"
-¿Confía en que habrá consecuencias por este comportamiento?
-¡No, ninguna, porque todos están embarrados! ¡No se van a exigir los unos a los otros! La verdad es que todos...
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