Grito silencioso

Alrededor de 400 personas partieron ayer del Ángel de la Independencia para marchar en silencio contra los feminicidios.

Callados, con carteles y mantas, los familiares y amigos de las víctimas, denunciaron casos como el de Mariela Vanessa, universitaria desaparecida el 27 de abril de 2018; el de Lesvy Rivera, asesinada en Ciudad Universitaria el 4 de mayo de 2017 o el de Fátima Quintana Gutiérrez, víctima de feminicidio el 5 de febrero de 2015 en el Edomex.

Fátima tenía 12 años y regresaba de la escuela cuando tres sujetos la violaron, torturaron, lapidaron y enterraron su cuerpo en una zanja.

"Yo era Celene, ahora me conocen como #CasoReforma222", dicen las playeras de amigos y familiares de la mujer asesinada en su trabajo en abril del 2018.

Aunque no gritaron, los pancartas, las fotos con datos y las playeras, denunciaron la violencia de los numerosos casos de feminicidio en el País.

Esta vez no hubo pintas ni vidrios rotos, sólo el ruido de los pasos de los manifestantes.

Sin embargo, el silencio se rompió cuando la vanguardia de la marcha llegó a la altura del plantón de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa y en donde se hizo un pase de lista.

De inmediato, la marcha...

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