Grupo México, experto en impunidad

AutorArturo Rodríguez García

En la gran pantalla un tren recorre desiertos y comunidades empobrecidas con música lenta de fondo, mientras una voz grave exalta el Dr. Vagón o Tren de la Salud, "la infraestructura sin precedente en todo el continente americano" creada por la Fundación Grupo México y Ferromex.

Se trata de un tren de 11 vagones con laboratorio, consultorios, área de especialidades, farmacia, dormitorios y comedor, al cual ese promocional -que se proyecta antes de cada película en las salas de Ci-nemex- califica como "uno de los muchos esfuerzos de Grupo México y Ferromex" para apoyar la salud en comunidades marginadas.

El anuncio del Dr. Vagón completa un círculo de sinergia empresarial: Ferromex y Cinemex pertenecen a Grupo México, de Germán Larrea Mota Velasco, cuya fortuna supera los 16 mil millones de dólares.

Su riqueza se ha incrementado y las utilidades del Grupo México establecieron marcas históricas desde 2005, contradictoriamente el año en el cual su filial Asar-co se declaró en bancarrota en Estados Unidos para no pagar una multa de mil millones de dólares.

Esta fue la sanción que le impuso la justicia de aquel país porque sus operaciones contaminantes afectaron gravemente a niños, adultos mayores y mujeres embarazadas de El Paso, Texas, quienes presentaron altos niveles de plomo, cadmio y arsénico en la sangre. Larrea sólo se esforzó por atender las exigencias de las autoridades ambientales estadunidenses y recuperar la empresa cuando otros emporios internacionales hicieron ofertas para adquirirla.

En la provincia peruana Jorge Basa-dre, otra subsidiaria del Grupo México, Southern Perú, enfrenta la acusación penal que interpuso contra ella el Ministerio del Ambiente por contaminar con metales pesados las aguas para uso agrícola y ganadero de la Pampa Sitana.

Pese a que los estudios realizados en la zona confirmaban la alta toxicidad, Southern Perú emitió en abril del año pasado un boletín en el cual afirmó que la interpretación de los datos demostraba que su empresa operaba dentro de la norma. Sin embargo, fue desmentido por el procurador ambiental peruano Julio César Guzmán.

Para evadir su responsabilidad social, el Grupo México suele recurrir al engaño y al cierre de operaciones.

En Cananea, Sonora, el hospital Ronquillo atendía a muchos mineros y jubilados, pero fue cerrado por el Grupo México en 2008, meses después de que los trabajadores de la sección 65 decidieron hacer huelga. Reclamaban por la inseguridad laboral, pues dos de ellos murieron poco antes en...

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