Gurrola: José José en "Gavilán o paloma", desde dentro

AutorColumba Vértiz De La Fuente

El cineasta Alfredo Gurrola, quien en los años ochenta se encontraba de moda entre los productores privados, fue llamado por el empresario de la industria cinematográfica Carlos Amador para dirigir la película Gavilán o paloma (1985), donde el cantante popular José José -fallecido el pasado 28 de septiembre-, se interpretó a sí mismo narrando cómo al principio de su fama cayó en el alcohol y las drogas.

Al inicio del filme sale a cuadro El Príncipe de la Canción (cuyo nombre verdadero era José Rómulo Sosa Ortiz) y dice:

"Esta es la historia de mi vida, con todos sus pecados. Ojalá y sirva para que alguien que haya caído pueda encontrar una forma de levantarse. Esta es mi verdad." Gurrola rememora en entrevista: "Entonces llegó la recomendación por parte de la Asociación de Productores de que yo era confiable para entregar un producto en tiempo y presupuesto, lo que les interesaba mucho, y así es como me contactó Carlos Amador. Yo no lo conocía personalmente y me propuso el proyecto. Todavía no estaba escrito nada, era apenas la idea." En la cinta se ve al padre del cantante, un tenor de ópera alcohólico, y su madre pianista. Pero su papá abandona a la familia cuando José José estaba pequeño, quien al pasar los años inicia su carrera de intérprete y vuelve a ver a su papá enfermo y a punto de fallecer. Luego José José empieza a tener éxito e inicia una relación con la actriz Anel Noreña (Christian Bach); pero debido a su dipsomanía e infidelidades, ella lo abandona y José José se casa con la actriz Natalia Kiki Herrera (Gina Ro-mand), 20 años mayor que él. Tras varias peleas y diferencias, la deja. El artista enferma de neumonía y casi pierde su carrera. Anel regresa a su lado y el cantor firma con una empresa discográfica recuperando su fama artística.

"El guion lo estaba trabajando Fernando Galiana", platica el también argumentista, actor y profesor de cine y televisión Gurrola, quien prosigue:

"Fue Christian Bach quien recreó a Anel -la segunda no estaba como para presentarse en esos momentos como la galana de película-, quien ayudó mucho en la cuestión de los diálogos pues conocía muy bien el estilo de Fernando Galiana de crear una cinta muy convencional, del origen humilde, el triunfo y los desaprovechamientos del triunfo, de los excesos y la caída, lo cual le sucede siempre a muchos artistas y deportistas, no sólo de México, sino del mundo, ídolos públicos que salen de orígenes bajos y triunfan. Se fueron añadiendo unos diálogos mucho...

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