Hace 220 años...

AutorMarta Lamas

Poco se sabe de su vida personal. Casó a los 16 años, quedó embarazada y enviudó a los pocos meses. Crió sola a su hijo, aunque existe la duda de si después tuvo otro. Antes de la Revolución cambió su nombre y vivió como una cortesana (supuestamente tuvo varios amantes). Fue conocida en los círculos literarios parisinos por sus obras de teatro. Escribió más de 30, algunas de las cuales llegaron a ser presentadas en la Comedie-Francaise. Ella se quejaba de la discriminación que sufría por ser mujer y de los prejuicios que existían contra las obras escritas por mujeres, pero lo que más incomodaba era su crítica política: por ejemplo, su denuncia sobre la esclavitud y su insistencia en que todos los seres humanos compartían la misma humanidad, independientemente de su aspecto y color de piel. De hecho, una de sus obras de teatro sobre el tema de la abolición de la esclavitud fue prohibida, a los pocos días de es-trenada, por presiones de la organización de los dueños de esclavos, que temían que su argumento alentara una rebelión en las colonias.

No fue una salonniere, esas mujeres que recibían en sus salones a los intelectuales, aunque circuló por esos espacios elitistas. Ya cerca de la Revolución se dedicó a escribir proclamas y panfletos para el pueblo. Consideraba que las diferencias sexuales eran irrelevantes para la política. Propugnó la acción política de las mujeres como seres racionales que podían ser tan amantes de la patria como los varones. En 1788 escribió el panfleto Carta al Pueblo o proyecto de una caja patriótica, donde conminaba a resolver la crisis financiera estableciendo un fondo con la contribución voluntaria de todos los ciudadanos. Afirmaba que no había que tomar en cuenta el sexo de una persona sino su heroísmo y generosidad, y que la Revolución tenía múltiples ejemplos de mujeres con las mismas virtudes cívicas que los hombres. Ella se definió varias veces como "una mujer que actúa como hombre", y como "una mujer que piensa como hombre". En un panfleto contra Robespierre, firmado como Polyme, ella misma se describió como un animal raro, ni hombre ni mujer, pues tenía "el valor del hombre y a veces la debilidad de la mujer".

Escribía compulsivamente y disponía de una gran imaginación. Soñaba con igualar las condiciones de vida entre todos los seres humanos. Además de es-cribir, era una oradora frecuente en los clubes. Su elocuencia era famosa y ella misma encarnaba su argumento de que las mujeres podían opinar y hacer...

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