Lo hacen carnitas

BRAZO DE Plata estará agradecido eternamente con la lucha libre no sólo porque le ha dado fama y una gran dinastía; para José Alvarado Nieves el pancracio también le salvó la vida al alejarlo de las drogas.

Y ahora para celebrar sus 36 años como profesional, los cuales cumple este 16 de noviembre, subirá al ring del Deportivo El Pavón en la Pensil acompañado por toda su familia.

Pero eso no es lo único que festejará Súper Porky, porque además se siente orgulloso de que sus vástagos sigan sus pasos en el deporte de los costalazos.

"Yo fui de lo peor desde chico, conocí las drogas desde pequeño. Gracias a la lucha soy lo que soy. Mis padres y mis hermanos me apoyaron y la lucha libre me dio todo", reveló el ex integrante de los Mosqueteros del Diablo.

Como todo buen gladiador, sus bases están en la lucha grecorromana de la cual obtuvo tres campeonatos, pero tuvo que soportar humillaciones y golpizas.

"Hay algo que la gente no sabe; Villano I fue mi maestro de lucha grecorromana. ¿Por qué creen que siempre me daba en la torre? Me decía: 'Mugroso tiznado, qué tienes que hacer aquí, si tú eres de otro estilo'", relató.

Todos los días, el de la Colonia Valle Gómez veía desfilar por su casa a personajes como Canek o Baby Face, que entrenaban con su padre, Shadito Cruz, y fue de ahí que nació su amor por las llaves y los vuelos.

Sin embargo, el jefe de la casa no quería que sus hijos tomaran su oficio, porque sufrirían en lo físico y en lo económico, pero el desobediente convenció a su madre, Ana Cruz, para que lo llevara a su primera batalla, en el Estado de México en 1977, a escondidas de su padre.

Fue el promotor Roberto Paz, quien logró el encuentro de padre e hijo arriba del ring, ya que el empresario lo...

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