La herencia sombría de Sabines

AutorIsain Mandujano

TUXTLA GUTIÉRREZ, CHIS.- En menos de 10 años Juan Sabines Guerrero pasó de ser un completo desconocido a líder municipal del PRI, diputado local, alcalde de esta capital y gobernador. Pero no lo hizo solo. Hubo quienes le abrieron paso en la política local, aunque él mismo se encargó después de perseguir y encarcelar a quienes lo impulsaron. Días antes de dejar el poder, en diciembre de 2006, el entonces gobernador Pablo Salazar Mendiguchía en su sexto informe les pidió a los chiapanecos apoyo para su sucesor:

"El que está por llegar a la más alta responsabilidad política de Chiapas, vastago de una estirpe noble y recia, es un hombre joven y dinámico, preparado y con instinto de poder.

"Tiene los atributos suficientes para sobreponerse a las asechanzas e invertir su tiempo, su vasto caudal de energía y sus ilusiones en la excepcional tarea que las chiapanecas y los chiapanecos le han dado. Le deseo le vaya muy bien para que muy bien le vaya a nuestro pueblo.

"¡Ayúdenle! ¡Denle fuerza sin regateos, háganlo su líder hasta que logren, al final de la jornada, que Juan Sabines Guerrero se convierta en el mejor gobernador de Chiapas!", dijo Salazar.

Años después su percepción es otra. Ahora, luego de pasar 15 meses encarcelado el exgobernador sigue en reclusión domiciliaria, con 11 procesos penales acumulados y se refiere al "gobierno corrupto y cínico de Sabines".

Ascenso meteórico

En 1998 nadie sabía en Chiapas quién era Juan Sabines. En los siguientes ocho años fue líder del PRI en Tuxtla Gutiérrez, presidente de la Fundación Colosio, diputado local, alcalde de la capital chiapaneca y gobernador a partir de 2006.

Juan Sabines Gutiérrez, exgobemador del estado, era notoriamente mujeriego. Con su esposa, Natalia Venegas, tuvo dos hijos: Carlos y Josefina. Pero tuvo más con otras parejas, entre ellos el actual gobernador.

Quienes conocen la historia de la vida del exgobemador Sabines Gutiérrez -y que hablaron con este semanario a condición del anonimato-platican que durante su gestión, Juan Sabines Guerrero y su madre, María de los Ángeles Guerrero, viajaron subrepticiamente a Chiapas al menos tres veces.

Finalmente Sabines Guerrero llegó al estado en 1998, sin trabajo pero con la oferta de una subdelegación del ISSSTE recomendado por Juan Díaz, hijo de Regino Díaz Redondo, quien fuera director espurio de Excélsior. Pero no tuvo ese trabajo. A ello se opuso el entonces delegado estatal y ahora diputado local del Partido Verde, Emilio Salazar...

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