El Hijo Desobediente / La disculpa es a Robaina

El canciller cubano Robaina, llegó ayer y se va hoy. Decorosas sus declaraciones respecto de que no venía a limar ninguna aspereza. Invitar al señor Robaina, es la soberbia manera que tiene el gobierno mexicano para ofrecerle disculpas por un mal trato que se le dio en lo personal. Mas la autoridad azteca no lo hará nunca con las palabras claras que a Cuba, por ejemplo, no le quitan ninguna dignidad. Nunca el gobierno mexicano se disculpará respecto de la espalda que ciertamente ha dado a todos (mexicanos y demás latinoamericanos) en su entregado arrendamiento con los Estados Unidos.

Más allá de lo que el gobierno que gobierna en beneficio de unos cuántos, le haya dicho al canciller isleño por protocolo, entre pueblos nos da gusto saber que quienes antes no lo recibieron, ahora lo invitaran expresamente. ¡Vivan ellos... nuestros héroes... los que nos dan identidad y libertad! ¡Viva Mickey Mouse, jijos de la...! (es de cariño... en medio de la euforia patria).

Ni a mí ni a muchos mexicanos no manipulados, tenía el gobierno cubano por qué ofrecer amistosa disculpa alguna. Bienvenida, acá en las calles, la de ayer, como un abrazo más, pero no hacía falta. Y que sonriente se dé por recibida de ella, sólo aquél que borracho de arrogancias, menos la merezca.

Cobarde... huyo

Escribo esto en una ciudad, por decembrina, caótica; pero a la que muchos queremos como sólo llega a querer aquél que cae en pasiones con una mujer tormentosa: se desea dejarla pero, a distancia, termina por extrañársele. Y sinceramente, ¡ya la quiero extrañar!

Esto es una...

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