Histórica condena a Nicolas Sarkozy. El "salvador" de la derecha se acerca a la cárcel

AutorAnne Marie Mergier

PARÍS.- Nicolas Sarkozy está condenado a tres años de cárcel -uno firme y dos con ejecución condicional- por corrupción y tráfico de influencias... Tal noticia estalló como una bomba en Francia la tarde del lunes 1 y dejó atrás la polémica sobre la caótica campaña de vacunación contra el covid-19 y los debates sobre un eventual nuevo confinamiento nacional.

Es la primera vez en la historia de la V República -fundada en 1958 por Charles de Gaulle- que la justicia condena a prisión firme a un expresidente. En 2011 Jacques Chirac "solamente" fue condenado a dos años de cárcel con ejecución condicional por "malversación de fondos públicos y abuso de confianza" durante su mandato como alcalde de París (1977-95). Es poco decir que Sarkozy y sus dos coacusados -Thierry Herzog, su abogado y amigo de toda la vida, y Gilbert Azibert, exfiscal de la Corte de Casación (equivalente a la Suprema Corte en México), ambos condenados a la misma pena que el exprimer mandatario-,quedaron petrificados al escuchar, primero, la requisitoria implacable de Christine Mée, presidenta del Tribunal Correccional, y luego su veredicto, aun si la juez estipuló que estas penas eran "convertibles", aludiendo a su cumplimiento bajo régimen de detención domiciliaria y vigilancia electrónica.

Semejante "adaptación" de la condena hubiera implicado para los tres condenados llevar un brazalete electrónico como cualquier delincuente, si no hubieran interpuesto de inmediato un recurso de apelación contra el fallo... Una humillación absoluta para estos miembros de la élite gala: Sarkozy sigue siendo influyente en la vida política de Francia por su relación fluida con Emmanuel Macron y el peso que ejerce en su partido, Los Republicanos; Herzog es uno de los abogados más renombrados del país y Azibert, hoy jubilado, pertenece a la crema y nata de la alta magistratura.

Los tres llegaron bastante relajados al Palacio de Justicia poco después del mediodía del lunes 1 para oír el veredicto del juicio penal al que habían sido sometidos desde finales de 2020 -del 23 de noviembre al 9 de diciembre- por complicidad en un pacto de corrupción.

Estaban convencidos de que sus vigorosas intervenciones y los brillantes alegatos de sus abogados habían aniquilado los argumentos de la acusación en su contra y logrado convencer al Tribunal Correccional de su inocencia. Estaban equivocados.

Palabras más, palabras menos, Mée los acusó de haber atentado gravemente contra la independencia de la justicia, mermado la confianza de los franceses en el estado de derecho y haber pervertido la democracia.

"Los hechos delictivos cometidos por el señor Nicolas Sarkozy son particularmente graves por haber sido perpetrados por un expresidente de la República que fue garante de la independencia de la justicia"...

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