Reabren los Históricos Fuertes de Loreto y Guadalupe en Puebla
(Material con apoyo fotográfico)
* En ambos inmuebles, escenarios de la Batalla del 5 de mayo, se hizo la actualización de sus guiones museográficos
México, 10 Sep. (Notimex).- Tras una minuciosa renovación museográfica y restauración, los fuertes de Loreto y Guadalupe, que fueron escenarios de la Batalla de Puebla, acaecida hace más de 150 años, fueron reabiertos este fin de semana al público.
A fin de revitalizar y dignificar estos espacios emblemáticos de la historia de México, la restauración de ambas fortificaciones contempló varias labores, realizadas bajo la supervisión de un equipo de especialistas en historia, arqueología, arquitectura y museografía del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
De acuerdo con los peritosde la Sección de Monumentos Históricos del Centro INAH- Puebla, los proyectos de revitalización de los espacios "fueron evaluados en reuniones colegiadas y consensuadas, para emitir los permisos y licencias con base en los dictámenes correspondientes y en apego a la normatividad institucional".
Este proyecto de intervención estuvo enfocado a revertir el deterioro acumulado por el paso de varios decenios, y se desarrolló en el marco del 150 Aniversario de la derrota de las tropas francesas a manos del Ejército de Oriente en 1862, liderado por el general Ignacio Zaragoza.
La historia de la fortaleza en cuestión, se remonta al siglo XVII, cuando se construyó una pequeña capilla en honor a la Virgen de Loreto. En 1815 se edificó la fortaleza, de forma cuadrada y flanqueada por cuatro bastiones, y años más tarde fue ocupada como cuartel militar, por su ubicación estratégica donde se podía dominar la vista de la ciudad.
Para 1936 en el inmueble se habilitó el Museo de Guerra, y posteriormente, con motivo del centenario de la Batalla del 5 de mayo, el espacio se transformó en el Museo de la No Intervención, como símbolo de la defensa de los mexicanos contra la invasión extranjera y la lucha por la soberanía.
Los objetivos de la intervención hecha al recinto se centraron en la recuperación de los elementos originales del edificio histórico, así como el mejoramiento de las condiciones de funcionamiento, actualización de los sistemas de iluminación, red eléctrica, seguridad, sanitarios y la reestructuración del discurso museográfico, informó el INAH a través de un comunicado.
Entre las labores de conservación del espacio destaca la recuperación de ventanas y óculos (ventanillas circulares frontales) de la capilla...
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