Homenaje a Rosario Castellanos

AutorEstela Leñero Franco

En la ciudad de Mérida se recuerda a Rosario Castellanos en el 5o Encuentro La Mujer en la Escena Teatral Latinoamericana, efectuado los días 24, 25 y 26 de septiembre.

A 45 años de su muerte, Rosario Castellanos es uno de los pilares fundamentales dentro de nuestra literatura mexicana. Ella, sobresaliente en la novela, la poesía, el ensayo y el periodismo, también incursionó en el teatro como escritora y desarrolló el proyecto Teatro Petul en las comunidades indígenas de los Altos de Chiapas, que poco se conoce (si bien en marzo de 1994 la historia fue consignada por Susana Cato en Proceso, 905).

Rosario Castellanos formó parte del equipo que llevó a cabo un plan piloto en 1954 para que, a través de los títeres, las comunidades tuvieran acceso a la cultura y a información básica de educación y salud, además de visibilizar problemas comunitarios para el desarrollo. El Instituto Nacional Indigenista los convocó y Rosario Castellanos se encargó de escribir los textos teatrales que representarían indígenas tzotziles y tzeltales en su lengua con títeres que el equipo elaboraba, coordinados por Marco Antonio Montero, titiritero alumno de Seki Sano.

La escritora cuenta en un artículo que publicó en la Revista de la Universidad que iban a caballo a las comunidades, y que, ayudada de un intérprete, conversaba con los indígenas que manipulan los títeres para transmitirles los diálogos, los temas y las situaciones que ella planteaba a partir de dos personajes: Petul (Pedro) que contactaba con la comunidad con conversaciones personales y transmitía información sobre transmisión de enfermedades, cuidados maternos, desarrollo comunitario, etc; y Xun (Juan), que era el que representaba la oposición, la idiosincrasia de los indígenas y la resistencia al cambio.

Este semanario reportó en agosto de 2004 que la actriz María Rojo donó documentos y manuscritos del teatro Guiñol Indigenista y dos petules al Museo Nacional del Títere de Huamant-la, Tlaxcala, que habían pertenecido a su marido, Marco Antonio Montero; en el Museo de Rosario Castellanos, en Comitán, apenas se conserva un escrito, como lo comenta Rosa Hortensia...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR