Húngaras y checas (V)

Fotos Karloz González

Enviados

BERLÍN.- Siete nuevos rostros del cine erótico europeo son los diamantes de la casa productora de Pierre Woodman, un cazatalentos francés que ha viajado por los Cárpatos y los Balcanes en busca de actrices para sus súperproducciones.

Son las únicas actrices de la expo Venus que no se quitan la ropa. Quizá sientan frío aquí luego de haber rodado cintas como Sexxxotica, Amazonian Dreams y Babes in Brazil bajo el sol en escenarios naturales de América del Sur, pero yo me conformo con la sonrisa que me regalan estas princesas cuando me acerco a pedirles una foto y un autógrafo.

Hay húngaras, checas y una española. Ninguna rebasa los 26 años. Apenas hablan inglés, pero la comunicación con sus admiradores es definitivamente más visual que verbal. Si me preguntan cómo las describiría diría: refinadas y exóticas, mezcla de campo y ciudad, la entraña misteriosa de Europa del Este.

No mastican chicle, no hablan con leperadas y no cobrar por dejarse fotografiar, a diferencia de sus homólogas gringas.

Estas ninfas bajadas del Monte Olimpo son tratadas como integrantes de una familia real, la familia del porno culto.

Cuando me alejo consciente de que no veré más piel de la que se dignan a mostrar estas bombas checas, me topo con Britney, bronceada actriz húngara que disfruta desnudarse para complacer a sus fans.

Le pregunto su edad y después de...

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