La imparcialidad que AMLO nos negó

AutorRicardo Raphael

El 28 de octubre dijo: "Para no interferir durante la consulta (sobre el aeropuerto), porque hicimos el compromiso de actuar de manera imparcial, me reservé una información que llegó unos días antes del inicio de la consulta. Era necesario saber si se podían operar los dos aeropuertos (Texcoco y Santa Lucía), y le pedimos al gobierno francés que nos ayudara para que una empresa de prestigio nos presentara un dictamen sobre el asunto. El sábado (27 de octubre) me visitó el canciller del gobierno francés y me entregó una carta del presidente Macron... (donde) dice (que) 'la rapidez con que hemos atendido a sus solicitudes... en el ámbito aéreo demuestra a qué punto queremos... la intensificación de la relación franco-mexicana'".

Pasados los días sabemos que el gobierno de transición sí interfirió en la consulta y no se reservó la información; también que el canciller del gobierno francés no le entregó ningún dictamen a López Obrador y que la contribución del presidente Macron fue política y no técnica.

La historia comenzó cuando el próximo secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, solicitó al presidente francés consejo técnico sobre el tema del nuevo aeropuerto. Macron derivó la petición a Airbus, una empresa donde su gobierno tiene acciones. Porque esa compañía no construye aeropuertos sino naves aéreas, el requerimiento recayó en una filial que está dedicada a desarrollar programas de navegación para mejorar la eficiencia de vuelo.

Esa segunda empresa es NavBlue, cuyo dictamen sí se dio a conocer un día antes de que comenzara la consulta. El responsable de hacerlo fue Javier Jiménez Espriú, el futuro secretario de Comunicaciones y Transportes.

Tal documento tiene algunos problemas: fue emitido por una empresa fundada hace apenas dos años, la cual no cuenta con ninguna experiencia en la construcción de aeropuertos -los redactores reconocen haber dejado de lado "muchos otros parámetros" relevantes para emitir una opinión rigurosa-, y cita como fuente principalísima al Grupo Riobóo, actor empecinado en la relocalización del aeropuerto de la CDMX y que, como Airbus y NavBlue, jamás ha construido un aeropuerto.

Se equivocó en público López Obrador al decir que había guardado el dictamen para no interferir, porque -a pesar de sus deficiencias- el documento citado es el mismo que Jiménez Espriú dio a conocer un día antes de que comenzara la consulta. Se equivocó también al afirmar que el canciller francés entregó algo distinto a una...

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