Inacción militar que olió a complicidad

AutorMarcela Turati

La inacción del Ejército ante los hechos de Iguala, Guerrero, el 26 y 27 de septiembre pasados ha generado sospechas entre diversos sectores; el ataque de más de tres horas a los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa -donde tres fueron asesinados y 25 heridos por policías municipales de Iguala y Cocula y 43 más entregados al cártel Guerreros Unidos- ocurrió a menos de tres kilómetros de las instalaciones del 27 Batallón de Infantería.

El 19 de octubre la Comisión de Seguridad Nacional del Congreso citó al secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos para que explique lo que sabe del caso de los normalistas y la situación de violencia en Guerrero.

Además Human Rights Watch señaló que es responsabilidad del gobierno responder a los cuestionamientos en torno al comportamiento de los militares durante los ataques de la policía de Iguala contra los estudiantes. El Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan pidió investigar al Ejército por su falta de prevención de los hechos y la ausencia de información de inteligencia acerca del modus operandi de los grupos criminales en la zona.

Al ser cuestionado sobre la inacción del Ejército para defender a los estudiantes, durante su conferencia de prensa del viernes 7 el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, justificó: "El Ejército se mueve sólo con órdenes. ¿Qué hubiera pasado si hubiera salido? ¿A quién hubiera apoyado? Obviamente a la autoridad. ¡Qué bueno que no salió!"

El comportamiento del Ejército aún no ha sido aclarado. Pero una serie de datos salta a la vista.

En Iguala están las instalaciones del 27 Batallón de Infantería. El personal de ese agrupamiento no sólo no acudió a verificar qué pasaba afuera de sus instalaciones ese 26 de septiembre sino que negó atención a los heridos. También se le acusa de haber obstaculizado la búsqueda de los estudiantes.

Hay evidencias de que no atendió las denuncias recibidas antes de la tragedia, en las cuales se señalaba por comportamiento criminal a las policías de Iguala y Cocula y se sabe además que los militares de esa demarcación tenían muy buena relación con el entonces alcalde de Iguala, José Luis Abarca.

Personal de ese batallón está señalado como culpable de la desaparición forzada de seis jóvenes en 2010.

El informe de Pineda

La tarde del 26 de septiembre, en la primera fila del informe de la entonces presidenta del DIF de Iguala, María de los Ángeles Pineda, esposa de Abarca, estaba el coronel de caballería Diplomado de Estado Mayor de la 27 Zona Militar, con sede en Atoyac, Juvenal Mariano García.

El informe de Pineda concluyó a las 20:30 horas; entonces empezó el baile. A esa hora los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa ya estaban por entrar en la ciudad y los policías municipales recibieron la orden de sacarlos, por el temor de que interrumpieran el festejo. Hacia las 21:00 horas tuvo lugar el primer ataque con armas de fuego. A las 24:00 ocurrieron el segundo y la detención de los 43 estudiantes por parte de policías del...

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