De la incertidumbre al dolor

Reunidos afuera de la agencia Corona, en García, familiares, amigos y vecinos de los trabajadores del lugar pasaron más de cuatro horas en vilo en espera de noticias.

Primero bajo el intenso sol, luego bajo la lluvia. La incertidumbre por no saber la suerte de un ser querido se percibía ayer entre la multitud concentrada en una de las aceras de la Avenida Heberto Castillo.

"Nadie nos dice nada", se quejó la familiar de un trabajador con una vecina. "Que digan de una vez cómo están".

Elementos de la Policía Municipal y Agentes de la Agencia Estatal de Investigaciones resguardaron con celo que los familiares no traspasaran el perímetro delimitado por una cinta amarilla.

Minutos después de las 14:15 horas, los primeros familiares comenzaron a llegar al sitio para buscar información.

"Alcancé a entrar, pero me sacaron los ministeriales, había ahí casquillos tirados", dijo Javier Rodríguez, quien buscaba a sus sobrinos.

Señaló que uno de sus sobrinos, de nombre Daniel Sepúlveda, acababa de llegar con el camión repartidor de cerveza a la agencia y le preocupaba no saber de su paradero.

"A mí me dijeron que me fuera, si no me agarraban como sospechoso", agregó.

Los padres de Arturo Martínez, un joven de 16 años, estudiante de preparatoria, que había entrado a...

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