Indolencia infernal

AutorFrancisco Marín

VALPARAÍSO, CHILE.- El sábado 12 era un día hermoso en Valparaíso: el cielo completamente azul y el fuerte calor invitaban a recorrer el borde costero. Y así lo hicieron miles de familias que acudieron al muelle de la Armada donde recalaban los buques-escuela de seis países sudamericanos que participa-ban en la regata Velas Latinoamérica 2014. Pero lo que prometía ser un gran día terminó siendo el peor de todos para la ciudad. Pocos minutos después de las 16:00 horas se declaró el incendio. Fue en el Fundo Perales -en la boscosa parte alta de Valparaíso- donde se inició el fuego. Según la versión oficial, difundida por el Ministerio Público y avalada por los dueños de aquel terreno, las llamas surgieron por el choque de dos cables de alta tensión que se mecían con el viento que aquella tarde alcanzó 70 kilómetros por hora.

A las 19:00 horas las llamas dominaban ampliamente ocho cerros de esta ciudad, a la cual en 2003 la UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad. Parecía cumplirse una profecía relacionada con el nombre que le dieron los pueblos originarios mapuche y chango: Alimapu, "tierra arrasada por el fuego".

Bomberos sin agua

Guillermo Rivas, de 60 años y vecino del cerro La Cruz, cuenta a este semanario cómo vivió el incendio: "Ese día andaba en El Quisco (balneario ubicado a poco más de 100 kilómetros de Valparaíso). Una hija que quedó en casa nos llamó y nos avisó que había un incendio muy grande. Dejamos todo botado y volvimos (...) eran como las seis de la tarde cuando llegamos a Valparaíso. Subimos el cerro a pie (tres kilómetros con pendiente pronunciada). Cuando llegamos a casa, exhaustos, el fuego ya había quemado cientos de casas".

Dice que su barrio estaba casi desierto pues los carabineros habían desalojado a los vecinos. "El fuego estaba cerquita y yo estaba solo en la casa. Mojé el pasto porque caía una lluvia de brasas que eran como meteoritos".

Su esposa, quien se quedó más abajo, en una canchita, lo llamaba pidiéndole que bajara, pero él se negaba. Pensaba que todavía podía hacer algo. "En las casas que ardían explotaban los tubos de gas. Vi casas volar".

Rivas dice que los bomberos, "con la poquita agua que había, no era mucho lo que podían hacer".

El mal estado de las tomas de agua -cuyo mantenimiento es responsabilidad de la privatizada Empresa Sanitaria de Valparaíso (Esval)- era ampliamente conocido por las autoridades de la ciudad, encabezadas por su alcalde Jorge Castro. En febrero de 2013 un incendio que...

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