INE: una crisis anunciada

El PRI sabe que la popularidad del presidente Enrique Peña Nieto atraviesa su momento más bajo y que difícilmente podrá recomponerla en los siguientes cinco meses, por lo que si quiere obtener la mayoría de legisladores en la Cámara de Diputados e intentar, al menos, retener las seis gu-bernaturas (de las nueve) que estarán en disputa en la elección del próximo 7 de junio, su única alternativa es impulsar el crecimiento del PVEM, que se convierte así en su principal apuesta.

Por al PRI le preocupa que se emita un acuerdo del Consejo General del INE que fortalezca la imparcialidad de los gobernantes en el uso de los programas sociales y los recursos públicos; que se nombre como titular de la Unidad de Fiscalización a un profesional que no se someta a su control, como sí lo hace el actual encargado, Alfredo Cristalinas, o que se modifique la conformación de la Comisión de Quejas y Denuncias, que hoy tolera todos los abusos del Verde.

Los priistas cuidaron hasta el último detalle para asegurarse de que preservan el control de todos los trámites importantes del proceso electoral: primero colocaron en la legislación diversas disposiciones que le aseguran que con cuatro de los 11 integrantes del Consejo General del INE mantienen el control del órgano electoral, al requerir una mayoría calificada de ocho votos (Proceso 1959); segundo, en abril de 2014 lograron incrustar en el Consejo General a cuatro de sus incondicionales, y en particular a su carta más fuerte, Marco Antonio Baños, que es precisamente el que aparece recurrentemente como el líder del bloque; tercero, tuvieron buen cuidado de verificar que entre las propuestas del PAN y el PRD hubiera algunos perfiles que les permitieran garantizar que, en los temas importantes, al menos dos de ellos se sumarían al bloque de cuatro votos duros para hacer la mayoría en el Consejo General; cuarto, aseguraron la presidencia y la mayoría de las comisiones que más inciden en el proceso electoral; y, cinco, a través de "sus consejeros" aseguraron también la mayoría en los Consejos de los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLE).

El bloque de seis consejeros que el miércoles 18 evitó que se discutieran y, en su caso, se aprobaran los proyectos de acuerdo referidos está integrado por los mismos cinco consejeros (Marco Antonio Baños, Enrique Andrade, Beatriz Ga-lindo, Adriana Favela y Javier Santiago Castillo) que en octubre del año pasado lograron colocar a casi las dos terceras partes de los...

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