El INER, sin dientes para enfrentar la crisis

AutorRodrigo Vera

En señal de luto por los pacientes y los trabajadores de la salud que están muriendo en sus instalaciones, un enorme moño negro cuelga en lo alto del edificio central del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), el principal puesto de avanzada del sistema mexicano de salud para afrontar la pandemia del coronavirus.

Frente a este edificio enlutado, en la plancha del estacionamiento que hoy semeja un campamento de guerra, la Cruz Roja instaló un "hospital de campo": son abombadas carpas de tela térmica donde se está internando a muchos contagiados que llegan al INER, el centro hospitalario con mayor número de pacientes en todo el país. El director general del INER, el neumólogo Jorge Salas Hernández, comenta: "Llevamos prácticamente seis meses de lucha, desde enero pasado, cuando empezamos a prepararnos porque supimos que se venía una enfermedad de rápida transmisión. A estas alturas nos falta personal médico y nos encontramos agotados física y mentalmente, pero seguiremos dando atención a nuestros pacientes. Estamos para esto y para más".

-¿Qué tipo de pacientes covid llegan aquí?

-Atendemos sólo a los más graves, a quienes ya requieren cuidados intensivos respiratorios, un manejo médico extremo. Todo el Instituto se transformó en una gran unidad de terapia intensiva.

"Por el momento dejamos de lado la atención a otros padecimientos respiratorios, pues si atendiéramos a otro tipo de pacientes los pondríamos en alto riesgo de contagio. De manera que ahorita somos un hospital exclusivamente covid, al ciento por ciento. Estamos enfocados en combatir esta pandemia."

Actualmente, dice, el INER ya tiene capacidad para atender a 200 pacientes "en el máximo de condición grave". Y agrega: "Hemos logrado que cada cama tenga su propio equipamiento de terapia intensiva". -¿No se han visto sobrepasados? -No, nunca, pues en promedio hemos tenido unos 140 pacientes en estado de condición grave, cifra inferior a los 200 espacios con que contamos para ellos.

Pero esta capacidad se debe -aclara- no sólo al presupuesto gubernamental, sino también a los apoyos y donativos que están recibiendo de empresas e instituciones.

Dice al respecto: "La Cruz Roja, por ejemplo, se acercó a nosotros para ofrecernos su colaboración. Y así fue como levantó aquí su hospital de campo, que son carpas bien equipadas con camas, ventiladores, monitores y demás equipamiento requerido para atender a los pacientes".

El arranque de la reconversión del instituto -agrega-...

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