Inermes ante las mafias

AutorMarcela Turati

"La situación ahora es bien difícil, es la peor que he vivido en los últimos 10 años. Cuando empecé como periodista fue en el gobierno de Patricio Chiri-nos y Miguel Ángel Yunes; había mucha represión, persecuciones, amenazas de desalojo a periódicos, presiones a los reporteros. Algo parecido fue con el gobierno de Fidel Herrera, quien controlaba a la prensa con regalos: camionetas de lujo, casas, dinero, pago de colegiaturas de los hijos de los reporteros o columnistas. Pero no se vivía como hoy, con miedo, con terror (...) La prensa veracruzana vive sus momentos más difíciles, de represión, desapariciones, asesinatos, amenazas de muerte, despidos y censura."

Así comienza el testimonio que Regina Martínez dio el 27 de septiembre de 2011 cuando una organización de periodistas le pidió que describiera la situación de la prensa en Veracruz. En ese momento Javier Duarte llevaba menos de un año en la guber-natura y cargaba sobre sus hombros el saldo de tres periodistas asesinados en un mes.

Siete meses después ella se convertiría en la quinta víctima de la administración duartista; cinco días después la seguirían tres más.

Con un récord de 13 periodistas asesinados y dos desaparecidos desde el año 2000 (ocho de ellos en el periodo de Duarte, estrenado apenas en diciembre de 2010), Veracruz se convirtió en el estado más peligroso para ejercer el periodismo en el segundo país más mortífero para los comunicadores.

Martínez Pérez, la corresponsal de Proceso en esa entidad, expresó aquella vez para el reporte: "Ahora la situación es completamente represiva con el gobierno de Javier Duarte, es directa contra toda la prensa, contra directivos y reporteros. Antes los gobernadores daban dádivas y así controlaban; ahora este gobernador vino con actitud represiva, incluso contra los reporteros y articulistas que estaban alineados con el gobierno. Como no tiene dinero, está censurando a periódicos, páginas de internet, columnistas y periodistas".

La periodista recordada por integrantes de organizaciones sociales, políticos y sus colegas como una mujer honesta, valiente, independiente y combativa, mencionaba en su testimonio que el terror llegó a su máximo entre junio y agosto de 2011, cuando fueron asesinados Miguel López Velasco (subdirector de Notiuer, acribillado con su esposa e hijo), Yolanda Ordaz (reportera de Notiuer, degollada) y Noé López Olguín (del diario Noticias, hallado en una fosa común).

Manifestó que tras esos hechos hubo renuncias masivas de reporteros que cubrían la nota policiaca y que algunos, incluso, huyeron del estado o del país con toda su familia. Otros más vivían con amenazas de secuestro.

"El clima de terror se siente en todo Veracruz, no sólo en Xalapa o el puerto. La autocensura se ha extendido a raíz de los asesinatos, hay pánico en los reporteros y fotógrafos que ya no salen a cubrir accidentes o las notas policiacas o la misma policía les ordena desaparecer imágenes", dijo a la Red de Periodistas de a Pie, bajo anonimato por el riesgo que su testimonio implicaba.

Concluyó con las siguientes palabras: "Es el peor clima de terror donde el gobierno y los malosos están actuando de manera conjunta. El ejemplo son los tuiteros; el gobierno de Duarte es el más prepotente y represor. Vivo el peor clima de terror, cierro con llave toda la casa, no duermo y salgo...

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