Invaden 195 predios verdes

La migración hacia Milpa Alta y el crecimiento de sus comunidades originarias han provocado la aparición de 195 predios invadidos irregularmente, sobre todo en los pueblos San Salvador Cuauhtenco y San Pablo Oztotepec, amenazando la zona agrícola y de barrancas de la demarcación.

En Milpa Alta la pérdida de suelo de conservación se calcula en 300 hectáreas, de acuerdo con Mario Camaño, director regional de la Comisión de Recurso Naturales del DF, principalmente en la zona cercana a los cascos urbanos de los pueblos.

Para Lourdes Guzmán Nápoles, directora de Ecología de la demarcación, cada uno de los asentamientos tiene en promedio unas 20 casas de diversos niveles de consolidación, aunque reconoció que la demarcación no cuenta con el estimado de cuánta gente que habita en ellos.

Este fenómeno se explica principalmente por la alta migración que ha habido hacia esa delegación en los últimos 20 años y que ha rebasado en todos los casos los cascos urbanos de los 12 pueblos de milpaltenses.

La demarcación duplicó su población en 20 años al pasar de 50 mil habitantes en 1980 a 97 mil en el 2000, último dato disponible.

De continuar la expansión a ese ritmo para el año 2020 la población de duplicará de nueva cuenta afectando inevitablemente a la zona de conservación ecológica.

"Debemos definir en qué partes debemos limitar el crecimiento, dependiendo del nivel de afectación que tiene el suelo", explicó Camaño.

Esa zona cuenta con 28 mil hectáreas de superficie de las que cerca de 26 mil corresponde a la zona de conservación ecológica, y unas dos mil representan su zona urbana.

Cuenta con 12 poblados rurales, que en su mayoría se dedican a la cosecha de nopal en cuatro mil hectáreas del territorio delegacional.

La directora de Ecología recalcó que en la zona de conservación no existen letreros que ofrezcan en venta lotes, como ocurre en otras zonas de conservación ecológica del DF.

Reconoció, sin embargo, que aún ocurre tala inmoderada de árboles vivos, se abren espacios en la zona forestal para sembrar avena y eboo (forraje) durante unos cinco años y terminan por erosionarse la tierra y se desmonta otro terreno formando "lunares" a lo largo de la zona de transición, es decir, la frontera entre el bosque y los sembradíos. Guzmán agregó que en vista de que esta problemática podría agravarse con...

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