Islas sin destino

AutorAlejandro Saldívar

ISLA MARÍA MADRE, NAY.- La mirada desde el buque BALL 11 de la Marina es estricta: en la ventanilla se avizora el faro que da vueltas al mismo ritmo que las manecillas de un reloj. La isla serpentea en medio de una bruma morada, casi negra. Los fotógrafos acreditados por el nuevo gobierno para la expedición colocan sus telefotos y enciman el cachete en los portillos de las ventanas. Los clics aletean como murciélagos en la cabina. Algunos sucumben al mal del marinero: la cabeza se les aletarga, los brazos se relajan, el cuerpo se les entume. El ruido estático del código morse anuncia el abocamiento al puerto del Complejo Penitenciario Islas Marías. El capitán detiene la nave junto al muelle destruido por el huracán Willa en octubre de 2018.

En la oscuridad de la isla se camina con la impresión errónea de continuar en movimiento. Funcionarios penitenciarios y elementos de la Marina se pasean entre los periodistas con mirada retadora. "En esta zona no se fuma", afirma una funcionaria de cabello color zanahoria. Una luz blanca ilumina el cargamento del buque. Un perro pastor alemán olisquea las maletas, sortea tripiés, cámaras y bolsas de dormir. "Es un procedimiento de rutina", dice uno de los marinos: "no tenemos un oficio para dejarlos pasar sin revisión", asegura. Los oficiales pasan lista a cada reportero con identificación en mano. En el mar los peces rodean la embarcación; en el muelle un policía videograba cada movimiento.

En el umbral de la aduana de ingreso Sergio Martínez Castuera, coordinador de los Ceferesos en el país, supervisa la revisión. Los custodios mantienen su empeño por esculcar las pertenencias de quienes permanecerán en la isla por dos días. "No se preocupen, aquí no se pierde nada", suelta un policía con una sonrisa.

No obstante, la colonia penitenciaria tiene un amplio historial de desapariciones. Al menos dos personas privadas de la libertad (PPL, como les llama a los reclusos actualmente) no llegaron al pase de lista el 8 de marzo, en el último día de traslado a otros penales. De la población total del centro penitenciario, 652, trasladaron a 584 al penal federal de Ramos Arizpe, Coahuila; 31 fueron llevados a la cárcel estatal "Castillo" en Mazatlán, y 12 fueron recluidos en el Cefereso de Guasave. Los otros dos simplemente desaparecieron.

En las últimas cifras oficiales del Complejo Penitenciario Islas Marías se contabilizaron 16 internos que no habían pasado lista desde hace 10 años. Asimismo, existen casos de desapariciones anteriores como los de Romeo Ocampo Gordiana, de quien no se supo más desde el 16 de abril de 1995; José Sánchez Guerrero y Rufino Pérez Hino-josa, desde el 14 de junio de 1995; Santos Antonio Martínez Molina dejó de pasar lista el 17 de enero de 1998.

Está documentado que Juana Sánchez Guerrero, hermana de...

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