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Ivaginaria / Ya avisa...

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Vincent

¿Se debe o no avisar cuando se va a terminar en una eyaculación y en un orgasmo? Ésa es una de las preguntas que no ha ocupado mucho a l@s científicos, pero es una forma de saber cómo complacer a nuestra pareja sexual cuando se trata de disfrutar el momento de la terminación de una actividad sexual, sea coito, manual, bucal o mecánica con ayuda de juguetes.

La sincronización de los orgasmos siempre ha sido algo que ha preocupado mucho a las personas en el fornicio. Por estar pendiente un@ del otr@, buscando el placer como obligación en vez de que sea recreación, aunque sea una rima mamila, se pierde mucho de ese momento en el que uno debe estar sabroseando y apretando. La administración de los orgasmos y de las eyaculaciones es responsabilidad de cada un@.

Entonces esos señores que saben aguantar, pero que tampoco se quedan con la leche pasmada, son quienes pueden administrar mejor sus alivios a la vez que ejercitan sus músculos púbicococcígeos, porque sin duda esto sólo lo logra un varón que posee un control absoluto de su piso pélvico. Es decir, que domina sus testículos y su pene, y la sangre que les acompañan, con mucho control. Pero esperando que sea para su placer y del de sus parejas sexuales. La cosa no es sólo saber cuándo emitir sus alivios, sino que éstos se sientan sabroso a la par de con quienes disfrutan. Tampoco se claven. Bueno sí, pero no.

También deben de entender que si experimentan una eyaculación no significa que ya se terminó toda la acción, porque pueden seguirle con manos, lengua y lo que se les venga a la cabeza, nunca mejor dicho. No se sometan al rigor de la sangre y comprendan sus ciclos de recuperación. No se azoten ni contabilicen sus venidas. No son planta lechera y tampoco se trata de ver quién llena más envases. Es un paseo de fornicio y placer.

La cuestión con avisar el orgasmo o la eyaculación puede ser una condicionante para ir promoviendo la creación de sensaciones más placenteras, pero sin dejar de sentir el placer en uno mismo.

El problema del acto sexual es que a veces se cargan demasiadas obligaciones en el fornicio. Quienes no son egoístas y se preocupan por el placer del otro, podrían caer en el problema de estresarse y no estar al pendiente de las...

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