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Ivaginaria / Bloopers sexuales: ¿qué más puede salir mal?

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Vincent

Hay momentos en la vida sexual que son como los bloopers de las películas o que son errores involuntarios, y la mayoría de las veces son situaciones que pese a que podrían ser traumáticas, luego se convierten en anécdotas que me cuentan o que salen en la plática de los talleres de sexología.

Uno es la equivocación persistente del orificio a penetrar. Una chica que no tenía vida coital me contó que durante un par de meses estuvo sosteniendo penetraciones vía anal, porque no sabía cuál era el orificio vaginal. Creyendo que era un coito doloroso, ella lo aceptó, hasta que empezó a desarrollar desgarres o pequeñas llagas en la zona anal. Fue cuando el médico le dijo que no era por ahí... literalmente. Y se lo aventaba sólo usando el lubricante del condón, toda una guerrera.

Las historias de las erecciones que no se bajan, casi siempre se tratan de momentos vergonzosos que aún los batos no aprenden a manejar bien, porque la constante es la disfunción eréctil, más que el priapismo.

Este es uno de esos escenarios que para los hombres es extraño, porque además de la erección duradera, hay una preocupación por eyacular para descansar el pene, pero que esté dura a veces no quiere decir sensible. Muchos lectores me han contado que definitivo, se han apanicado y han tenido que recurrir a ponerse hielo en los testículos o ir a emergencias, como un caso que me tocó.

Esto por lo general ocurre en algunas ocasiones con hombres que toman medicamento para la disfunción eréctil. Generalmente yo les sugiero actuar como cuando tienen un ataque de pánico: respirar, tocar tierra y tratar de relajarse.

Un momento interesante de la actividad sexual es cuando todo el cuerpo se quiere manifestar en la expresión de sus fluidos. Muchos lector@s han pasado por experiencias traumáticas cuando sus orificios son rebasados: quien hace sexo oral o felaciones no siempre puede aguantar que un pene entre tanto en su garganta y entonces el reflejo del vómito se viene y llega con todo. O cuando en una penetración en el sexo anal, no hubo preparación previa y en la metida hay un reflejo que activa el esfínter, ergo, la salida de una execrencia. La solución a estas manifestaciones de nuestro cuerpo es dejarlas salir, porque como sea lo harán. Es incómodo...

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