Ivaginaria / Esclavas de la publicidad

Esos anuncios del loco siglo pasado, tan lleno de luces y de caca, era para un mundo de hombres. La publicidad sexista sigue existiendo hasta ahora en este siglo, pero al menos hay conciencias congruentes: la autoridad que regula los anuncios publicitarios en el Reino Unido ha prohibido que las mujeres sean objeto o tema con un sesgo misógino o que encuadre en los roles de género socialmente asignados a las mujeres.

En la serie de televisión Mad Men, de hace algunos años, el suculento John Ham personificaba a Donald Draper, en una historia ambientada en los años 50, cuando la publicidad norteamericana empezó su época gloriosa, con los hombres de Madison Avenue, en donde se encontraban todas las agencias que crearon la mayoría de los comerciales misóginos más famosos de la historia. La serie no sólo mostraba la enorme brecha entre sexos de los anunciantes y sus productos, sino el mismo ambiente laboral era súper machista: trataban a las mujeres como sus trabajadoras domésticas, fueran sus esposas, secretarias y hasta la más empoderaba la echaba el lonche a un señor. En uno de los episodios más tremendos, una de las personajas, una mujer que trabajaba en la agencia, quien poseía unos enormes pechos, le gustó a un cliente importante y él le pidió a la agencia que, para qué aflojara la cuenta, la susodicha ídem. Ella se sacrificó por la manada y se echó al abyecto tipo. Lo único bueno, sí hay tal, fue que ella consiguió hacerse socia de la agencia y un varo nada despreciable. El problema no es que haya empujado la puerta con las nalgas presionada por sus compañeros varones, quienes consiguieron el negocio. El asunto asqueroso aquí, es que ninguno de los batos de ese negocio hubiera arrimado al tafanario para ninguna de sus cuentas y hasta se hubieran ofendido con una propuesta similar.

Según el New York Times, el Reino Unido se une "se une a países como Bélgica, Francia, Finlandia, Grecia, Noruega, Sudáfrica e India que tienen leyes o códigos con diversos grados y edades que impiden la discriminación de género en la publicidad". Agrega que en Noruega la ley contra la publicidad sexista data de 1978, en España (qué raro...) existe una ley contra la violencia de género en los anuncios publicitarios desde 2004 y también en Estados...

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