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Ivaginaria / Guía antihomofobia para padres y madres

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Vincent

En el mero día de la lucha contra la homofobia, estaba yo en una horrible fila, mientras un padre de familia y su hijo viboreaban al batito alegre muy amanerado y de finos modos, como le encanta decir a los señores de antaño, mientras cargaba saldo en su celular. Lo que le dijo el papá al hijo, luego que se hubo marchado el morro gay, fue la conversación más lamentable y vergonzosa: un tipo asqueroso explicándole a su hijo que estaba en un pasmo, que era antinatural, no debían existir y una sarta de lugares comunes y epítetos aprendidos quizás de su propio padre, y por desgracia, así por generaciones.

La homofobia es inherente a la existencia de la banda gay, así como la lesbofobia, transfobia, bifobia y todos los odios que genera el ser diferente de lo heteronormal.

No podemos poner en un horno de microondas gigante a la gente que odia a los gays, a las lesbianas, a los trans y a toda la comunidad diversa, pero es urgente que eduquemos a nuestros hij@s en la aceptación, tolerancia (ash odio la palabrita...), la igualdad, la equidad y ante todo, el conocimiento de la diferencia de preferencias y orientaciones sexuales.

Muchos adultos, querido público, ya están perdidos. No podemos educar a esas cabezas duras, y lo peor, ya no hay chanza de cambiar años de construcciones mamilas y prejuicios que ya traen enquistados en el orto.

Por ello esta guía, unas normas prácticas e incluyentes que nos ayuden a ser padres y madres que no fomentan el odio entre las personas que definimos como "diferentes". Son actitudes que debemos asumir ante nuestros críos en aras de que sean personas más dignas y humanas.

Evita florear tus comentarios sobre lo que piensas sobre la banda gay o lesbiana u otras preferencias que no comprendes. Ya es bastante con ser heterosexual y heteronormado en un país pobre y machista como el nuestro, como para añadir más marginación. Imagínense a un gay indígena seropositivo que vive en situación de calle: hay niveles de victimización por prejuicios que ni siquiera comprendemos. No conoces ni sabes nada del mundo gay y lesbi, y sólo sabes que es algo que siempre fue condenado, entonces es el momento de investigar o callar para no echarle más fruta a la piñata de la intolerancia.

No hagas chistes mamilas sobre jotitos aunque sea tu número estelar cuando ya llevas tres caguamas encima. Se ve mal, puede haber banda gay de clóset o un bato gay, no necesariamente son obvios, que te puede partir la cara tras tu número de comedia...

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