Ivaginaria / La importancia del perfume

Aunque la higiene sea la constante de esta columna, hemos de notar en el perfume, como una de las más selectas muestras del erotismo. Evidentes y obvias, necesarias para la operación cotidiana también.

Desde hace muchos años y de nuestra herencia árabe nos viene el uso del perfume, el cual primero sirvió para ocultar hedores desagradables y después como una forma de esconder los aromas inapropiados propios del cuerpo de la mujer, no se como mas definirlo ante semejante incongruencia: ¿nadie huele a los hombres?.

Yo a lo único que les invitaría es a usar el perfume como una forma de seducción, en especial cuando usamos el aroma como un disfraz. Cada esencia conforma una manera de acercarse a la memoria.

En cada momento de nuestras vidas vamos necesitando el uso de diferentes fragancias, dependiendo de nuestro estado de ánimo y cada uno lo decide de acuerdo a las circunstancias que le rodean.

Seguramente a estas alturas habrán leído muchos textos sobre el sitio en donde se deben poner el perfume, y es preciso que sigan la indicación de aplicarlo en donde se vean más intensos los latidos del corazón, y combinen con nuestros sitios erógenos, que siempre son los más difíciles de calibrar.

Lo que no debe ignorarse es la capacidad del perfume o la loción y lo mucho que puede hacer por nosotros como entidad erotizadora. Por lo pronto se aplican el perfume en las sienes, en los oídos y detrás de ellos, en la línea del escote y en donde se junten las corvas.

Lo mejor de los perfumes, es que uno va creando una educación erótica en el otro, es decir, el perfume que dejemos pasara a ser parte de sus referentes más importantes, ergo el usuario se encontrara más compenetrado a los aromas.

En el caso de aplicarlos a ciertas partes especificas, es bueno variar la cantidad así como el perfume, en aras de que no se encasillen en los mismos aromas. No se goloseen con un solo olor.

Experimenten todo lo que puedan sin reventarse la nariz.

Pero siempre piensen en el perfume como una ruta, y úsenlo así. Muchas de las oportunidades eróticas se pierden quizás por la no definición de un aroma, una de las tradiciones árabes más entrañables junto con las hojas de parra.

Y...

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