Ivaginaria / Locas del ritmo

El ritmo es el método de control de la natalidad que se organiza de acuerdo al ciclo ovárico de una mujer, apto para señoras monógamas, en edad adulta, sin tendencia a la fácil reproductividad y con menstruaciones regulares y puntuales.

Asegún los días fértiles y no fértiles de la mujer amén de la menstruación, ésta debe de armar su calendario de cuándo puede tener fornicio sin peligro de embarazo con quien se supone es su pareja fija y no le va a transmitir una infección de transmisión sexual. Debe organizar sus días de coito con eyaculación y los días de coito sin malteada. El asunto es no procrear bebés.

Es obligatorio para todas las mujeres conocer su ciclo ovárico. No pensemos en el tipo, ni tampoco en la complacencia de que debes de contar los días para que tu viejo pueda eyacular en tus dentros sin preocupaciones. Es un deber con nuestro propio cuerpo femenino vigilar nuestros ciclos hormonales y sus días sensibles. Mientras más control de nuestras funciones exista, más sabroso le daremos placer a la genitalia, en especial porque nuestras necesidades son elementales: nuestros días fértiles son siete días antes de menstruar, luego llega la sangre y siete días de seguridad post regla: no hay óvulo que perseguir.

Pero querido público, si hay algo de lo que uno jamás debe fiarse es de una calentura. De cuántos episodios dramáticos esta empedrada la biografía de cualquiera. Por calientes perdemos. Entonces nunca estará de más tener un control de los días fértiles y los no fértiles. Para mí los días de no peligro son igual de engañosos que los ponzoñosos. Nunca se fíen de un ejército de espermatozoides.

El método del ritmo me parece sólo un nombre guapachoso para engañarnos en estos tiempos, en los que ciertamente no tenemos cubierto al cien por ciento el control de nuestras emisiones seminales y de la permisividad de dejarnos forniciar a pelo. Ahora todo mundo quiere meterla sin condón.

Todo eso va bajo nuestro propio riesgo, sin embargo si llegan a utilizar el método del ritmo, primero prueben unos seis meses de rigor para que se acostumbren a estar muy pendientes de sus días forniciables y los de guardar. Esto con la ayuda de un calendario. Los ciclos normales nunca duran más de 30 días ni menos de 27.

El ritmo me hace pensar en las etapas de celo de algunas hembras de ciertos animales, quienes nomás paran la colita cuando deben llegar el momento de aparearse. Funcionan bajo ciclos perfectos de la madre naturaleza. Sin embargo, nosotras...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR