Ivaginaria / Mujer contra mujer...

Como tod@s estamos inmersos en una coitocracia, cuando hablamos de amor o actividad sexual entre mujeres es un tema cachondo para tod@s, porque a la imagen de much@s, el tema lésbico también es un asunto que excita a much@s. Una twittera escort con quien hablo mucho en twitter, me platicaba que lo que más extraña de la actividad sexual en estos tiempos de Covid y de pandemia, es el servicio lésbico, cuando la invitaban a un servicio a ella y a una compañera.

La lesbiandad ha sido un constructo prohibido en muchas culturas o invisibilizada, porque se ve como una actividad erotizada en la que los hombres quieren ver, participar, ser el jamón enmedio del lonche, o el sueño del trío. Si me dieran un peso por cada bato que quiere un trío con otra morra y yo o ver o estar o grabar, ya me hubiera hecho millonaria, porque es una fantasía sexual recurrente entre los batos: ojalá me la mamaran dos morras al mismo tiempo... lo cual ahora es de alto riesgo porque sería compartir saliva aplicada en un mismo pene, en dos personas para compartir... no muy recomendable a menos que se turnaran una a una con un condón diferente en cada felación.

Pero ¿qué pasa cuando la amiga que conocías como heterosexual toda tu vida elige parejas mujeres porque ya se hartó de los batos?

Hace poco una lectora de muchos años a quien le gustaban los hombres, decidió tener relaciones erótico afectivas con mujeres y me preguntaba que si ahora debía decir que era lesbiana. De entrada, nuestra actividad sexual no es un asunto de nadie. Es decir, si de pronto tus preferencias sexuales se van hacia un sentido en el que no era el habitual para tí, entonces será parte de tu actividad sexual privada, íntima, personal y no publicable o visibilizada. Tampoco implica anuncios, cambios o institucionalizados de nada porque las personas sólo necesitan saber el estatus de nuestras relaciones para la chisma y para nada más.

Todo el tiempo sucede eso y no es visible. Una compañera escritora hace poco se hizo novia de otra, una autora lésbica. Eso en mi ciudad se convirtió en una fuente de escándalo. Todas las historias indicaban que la una se cansó de los hombres y luego cedió ante los coqueteos de una lencha que le tiró los trastos de manera apropiada.

¿Qué podemos hace ante ello? Nada porque no nos...

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