Ivaginaria / Las niñas no se tocan

Hablar de pedofilia y de pederastia siempre me oprime un poco. Antes ni siquiera podía hacerlo: cuando me entrevistaban al respecto trataba de prepararme con muchas cifras y estadísticas para no rozar el lado emocional y vulnerable sobre lo que es el abuso infantil, que en sí es un abuso de poder sobre una persona menor de edad. Ahora creo que me he empoderado un poco sobre el asunto, por los talleres para evitar abuso infantil y de educación en la sexualidad, pero también porque es urgente: México tiene el primer lugar en el mundo en abuso infantil.

No existe ninguna justificación para el abuso infantil. No hay consentimiento genuino y mucho menos legal, porque siempre se tomará ventajoso y abusivo el contacto que una persona adulta tenga sobre la persona de un niño, niña y adolescente.

Aunque es más común, visible y causante de embarazos no deseados el abuso sexual de adultos hombres contra niñas y adolescentes, acabo de leer que una maestra fue detenida por cometer abuso sexual en perjuicio de un niño de seis años con síndrome Down. El abuso, la violencia y la terrible revictimización que esa mujer desplegó en ese delito terrible, me es incomprensible.

Debemos observar el abuso infantil desde una perspectiva clara: las personas adultas son quienes deben ser culpados, señalados y criminalizados por cometer el abuso de poder y violencia en niños y niñas y adolescentes.

Por ejemplo: existe una película en Netflix, ahora mundialmente famosa, que se llama "Mignonettes". La historia es un lindo testimonio de una niña de 11 años de origen senegalés que se une a una ganga de chicas que bailan y perrean. El baile, la vestimenta, las caras y expresiones de las niñas en esta película son hipersexualizadas y es un fiel retrato de la realidad de morritas twerkeando. El twerking en realidad es uno de los mejores ejercicios que puedan existir para mujeres, que además es una forma de danza ancestral y universal, que no necesariamente alude a algo sexual. Pero esta visto como algo sexual. Se produce como algo sexual y se crea música para que ésto sea algo sexual e inclusive, sexualizado a propósito. Esa sexualización y morbosidad hacia ellas es lo que provoca que los hombres machistas que quieren que se legalicen las de 13, se sientan...

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